domingo, 15 de marzo de 2015

POEMA. LA MELANCOLÍA



Por qué, amor mío, la melancolía,

como gota destilada hacia la noche,

secuestra la luz de tus arrecifes saturados de violeta.


Por qué tiñe de tintes sombríos los corales

                                          que navegaron tus ojos.

Cuántas noches soñando con tu aureola

su luz hizo brotar el fuego del estío en las praderas de mi alma

y plantó flores de azahar como palomas mensajeras

en mis jardines colgantes.

 

No me dejes donde la luminosidad del día

no pueda extender su manto de albatros silenciosos,

su espejo de claridad, su gracejo de dulzura.

No me abandones jamás

donde no llega la gota de su dulzura.

No me olvides donde tus manos son playas desiertas,

ni en la desolada caleta en donde habita la oscuridad,

desde donde nos llega un insoportable eco de lejanía,

-tediosa orla, encadenada a los itinerarios de la desolación-,

donde seremos esqueletos bebiendo el vino amargo de los puertos.

Déjame allí donde el mar, con su paleta de sueños

                                                                  pinta de azul la tristeza.
 
ESTE ES EL POEMA PUBLICADO EN LA REVISTA ALDABA Nº 26. INVIERNO 2015.

 

 

 

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