sábado, 22 de agosto de 2015

LA FUERZA DE LAS MAREJADAS


Que no se borren nunca

 tus pisadas en la arena, en la opacidad de las ovas.

Que tus huellas en la playa sean voz y palmera,



fértil llovizna de perlas sobre el asfalto de tu piel,

dulce jardín de gardenias, paraíso de añoranza

donde las sirenas vengan a cantar

                                                      sus melodías de amor.

Que con sangre y médula crezca la mar en tu pecho

donde no puede florecer el lirio, ni el jacinto,

donde la rosa teje un manto de indiferencia

para cubrir con pétalos escarlata

                                                      los ojos que no conocen el mar.

Fueras tú, mar, como nevada caricia navegando a cielo abierto

por las soleadas marismas de los jardines del alma.

Que no se extinga nunca la llama que arde

dentro del agua. Que la imagen virtual

de los cementerios marinos no secuestre

tu corazón hacia las profundidades

de esqueletos sumergidos en la ebriedad

de los corales en flor para que jamás detestes

la fuerza vital de sus marejadas.

Tu belleza será entonces un aluvión de jazmines. 
Que tus vuelos sean siempre delirio de altos pájaros.

ESTE POEMA ESTÁ PUBLICADO EN LA II ANTOLOGÍA DE POETAS DE AHORA. PÁG. 123.  ALGECIRAS 2014

 

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