Estos dos ejemplares de
ENCUENTROS QUE DEJAN HUELLA, ya tienen dueño y destino. El primero se queda en
Pegalajar, en el pud Ébano, pero hará
viajes furtivos a Santo Tomé, un municipio de la provincia de Jaén, situado en el
valle del alto Guadalquivir, en la comarca de Cazorla. El segundo se marcha a Madrid, capital de
España y centro neurálgico del país, con una paisana. Queridos libros deseo que
encontréis muchos lectores allá donde vayáis y que los sepáis embriagar a todos ellos con el vino dulce del lenguaje literario.
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