Estoy recitando un poema que he escrito para dar la
bienvenida a mi nieta Leticia. Los bebés
tan tiernos, tan dulces, tan inocentes y tan preciosos son poesía, por eso el
corazón de un adulto, con solo mirarlos, hace aflorar al exterior lo más
hermoso de sí mismo. Eso es poesía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario