Escuchando el magnífico
Concierto de Año Nuevo 2015, que nos
ofreció la Orquesta Filarmónica de Viena, desde la sala dorada del
Musikverein, Juan sacó a bailar a la
abuela el vals El Danubio Azul. Yo pensé que ella se iba a negar, pero no lo
hizo y me alegré. A los ancianos tenemos que estimularlos para que tengan
ilusiones y los años que les queden de vida, los vivan lo mejor posible. ¡Se lo
debemos!
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