miércoles, 18 de febrero de 2015

MIÉRCOLES DE CENIZA


Hoy 18 de febrero es Miércoles de Ceniza. La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que la vida definitiva se encuentra en el Cielo.
La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.

Las palabras que se usan para la imposición de cenizas, son:  “Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida”  “Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás”  “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”.

Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio. En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un “hábito penitencial”. Esto representaba su voluntad de convertirse.

Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos del año anterior.
También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.

La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo.
Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba.
En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad.
Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos.
Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impone a los niños y a los adultos.

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