También han florecido
las celindas y nos regalan su belleza y su perfume en primavera. Son unas
flores pequeñas y muy decorativas. Sus pétalos son blancos y gráciles, sus
estambres están llenos de un polen, amarillo y pegajoso, que deja su huella por
doquier.
El aroma de las celindas es dulce, intenso y delicado. Alegran los
jardines y las pupilas de quienes las miran. Si deseas plantarlas en
tu patio, has de saber que son muy efímeras, que quieren agua y sol y algunos
cuidados. Pero merece la pena gozar de su perfume y de su belleza.
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