Los huertos son muy
laboriosos, pero también muy agradecidos.
A Juan le encanta trabajar en el mismo, pero lo que más le gusta es
venir con las manos llenas de frutos o de hortalizas para depositarlos en las mías, como una
ofrenda de su trabajo personal en complicidad con la naturaleza. Si plantas el
huerto en su tiempo y le propicias los
cuidados necesarios, la tierra produce el ciento por uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario