martes, 2 de febrero de 2016

GRANADA, CRESPÓN DE ANHELOS


 

Granada, canción doliente del agua.

Los susurros silenciosos de sus fuentes

tejen mil llantos dorados en el aire sonrosado


de la tarde, para poblar sus jardines de bellas flores,

que bordan primores y hechizos con aromas

y alboradas en el satén de los vientos.

            Los suspiros  de la Alhambra,

que ocultan penas de amor

de algún califa vencido,

los baña la luz del alba.
  
             Granada, ciudad dormida en el espejo de un  cielo,

cuajado de luceros y de estrellas.

Adornada por dos ríos cantarines, 

que discurren lentamente,

desde la sierra, hasta el mar Mediterráneo.

Son el Darro y el Genil, sutilezas de cristal,

profundas y mansas heridas, que conducen

sus lágrimas transparentes

a las orillas del mar.

 Sierra Nevada,  corona blanca  que adorna

de tibia  luz, tu morena cabellera,

de timidez y sosiego, de placidez y de calma

 Albaicín, barrio entrañable,

con sus estrechas callejas morunas,

acunando alguna pena en el murmullo del agua. 

 Granada, crespón de  delicados anhelos

que lloró con  alegría cuando el califa, Boabdil,
 
abandonó sus encantos.
 
POEMA PUBLICADO EN LA ANTOLOGÍA DEL III ENCUENTRO DE  POETAS  ANDALUCES, CELEBRADO EN GRANADA EN NOVIEMBRE DE 2014












No hay comentarios:

Publicar un comentario