Cada año me gusta posar
con nuestra patrona la Virgen de las Nieves. Es un bonito recuerdo que conservo
en el corazón y en la retina. Este año la foto es especial porque es en la
parroquia, que ha estado algunos años cerrada al culto por su progresivo
deterioro y por las obras de restauración. Hoy el templo luce plenitudes y la
imagen de la Virgen allí llena el vacío de la iglesia y el de las almas de sus
devotos. Mirad qué preciosas fotos.
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