jueves, 24 de agosto de 2017

VIEJAS MOSCAS


 

Moscas, viejas moscas,
fisgoneando en el aire

del cementerio, en las fosas,


en la cocina, en el baño y en la sala.

Amigas de los espejos.
Moscas, etéreas y vaporosas

tan molestas e insistentes,
insoportables y huidizas, obstinadas.

Vosotras que os posáis sobre las heces,
en el rostro de los muertos,

en lo pútrido e inmundo, 
en la boca y en los ojos de los niños.

Vosotras, viejas moscas,
¿qué misión traéis al mundo?

Solo molestar  al prójimo y marranearlo todo.
Pegajosas, repugnantes, viejas moscas.

 
Evocando los años de mi niñez,
escucho vuestro cansino zumbido,

revoloteos alrededor de la sopa

para mojar vuestras nauseabundas patas.

Veo mujeres agitando sus mandiles
para arrojaros de casa, veo paletas

persiguiendo vuestros danzarines  vuelos.

Veo los frascos del DDT
espolvorizando el aire,

veo pobreza, desatinos y miseria.

Os detesto, sucias moscas,
que dejáis vuestra huellas por doquier

y ensuciáis todas las cosas.


La escritora, amiga, compañera y coordinadora del libro SIERRA MÁGINA, TERRITORIO LITERARIO, Socorro Mármol ha propuesto al grupo de escritores de dicho libro que escribamos sobre las moscas. Este poema es mi respuesta a la misma.
 

 

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