miércoles, 11 de septiembre de 2019

COLMENA DE SOLEDAD



He visto la soledad llorar bajo tu ventana.
Era una sutil llovizna de perlas
sobre el tibio asfalto de tu piel.


Como un caudaloso río,
tu llanto se derramaba
por tu cuerpo de silenciosa sirena,
enamorada y hundida en la gélida
profundidad del océano.

Mírate en el espejo del tiempo,
él te mostrará las huellas
que el dolor dejó en tu alma,
la colmena demencial de soledad
que dibujan tus pupilas.

Mas, no te dejes abatir
por la tristeza que brota en tu lagrimal.
No des luz a la melancolía
que destiñe los diamantes del poniente.

Despliega tus blancas alas
—pétalos de jazmín florecido
en los jardines del corazón—
y sobrevuela los vientos antagónicos
como una grácil paloma mensajera
que huye de la tempestad y de la niebla
a lomos de una incipiente burbuja
de espumas centelleantes.

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