Hoy es Viernes Santo, jornada de dolor y de lamentos, el
día que Cristo murió en la Cruz por el género humano. Fue a las tres de la
tarde. El velo del templo se rasgó, la tierra tembló, el cielo se oscureció, la luna dejó de brillar y muchos muertos
resucitaron. Las Sagradas Escrituras lo dicen. Hoy se conmemora la pasión y
muerte del Salvador. Hagamos que esta muerte no sea nula y sigamos sus
enseñanzas y el ejemplo de vida que, con su muerte, nos dio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario