La lluvia, ayer por la tarde, se derramó en Pegalajar como un
regalo del cielo. Ha regado los olivos y las hortalizas con una gracia
singular. Han caído 30 litros. Hubiéramos necesitado 100, porque la tierra necesita
más agua para que haya buenos esquimos. El parque está bellísimo y los árboles y
las flores de los jardines, preciosos. Os muestro algunas fotos.
Desde Facebook vengo a tu blog. El cual me ha encantado. Somos casi paisanas pues mi marido es de Hornos yo, de Córdoba.
ResponderEliminarEspero tu visita en mi blog.
Un abrazo.