La otra tarde, paseando
por el parque presenciamos un bello atardecer lleno de paz en las aguas de la
Charca y, en las alturas, pudimos contemplar un mirífico cielo, poblado de nubes
rosas. No quise desperdiciar la ocasión para atrapar la escena en mi cámara fotográfica.
A ver si os gustan estas fotos.
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