martes, 9 de noviembre de 2021

AMANECE EN LOS VALLES DE MI ALMA

 


Amanece en los valles de mi alma

y en las laderas de nuestro pecho.

Las montañas de esta tierra ya reciben,

en su faz, los dulces rayos del sol,

las caricias matutinas de su luz,

y en su espalda, la frescura de la brisa.

 

El sol, con sus primigenios rayos,

es un fuego incandescente que calienta el corazón,

y nos da los buenos días, reinventando nuestro amor.

Que nos invita a vivir, a seguir por el camino

y a luchar por nuestros sueños.

Y se afana en su ávido deseo de iluminar los

recovecos sombríos, los anhelantes jardines,

para llevar su candor y su hermosura

a los labios temblorosos del deseo,

a las almas doloridas por un amor imposible,

a los poetas febriles que caminan

por un laberinto umbrío.

 

Todo renace de nuevo en el luminoso día

que nos regala este mundo.

La tierra se reviste de amores y de magia.

Los pajarillos reciben al astro,

trazando revoloteos y entonando dulces trinos.

 

Dejemos las amarguras, las tristezas, los fracasos

y los amores perdidos y volemos jubilosos

por esos cielos de calma, azulados

y diáfanos, como las olas del verso.

 

Corramos en busca de la alegría y de la paz,

imitando el ritmo ágil y emocionante

que describen las palomas mensajeras,

en sus memorables vuelos.

 En CasaRosada, 9-11- 2021










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