jueves, 17 de marzo de 2022

LUCEROS DE SOLEDAD

 

 


Mientras la noche agoniza,

Mientras se enreda en mi pelo,

mientras se va derramando

a tientas, como lágrimas de seda,

en oscuros manojos de silencio,

de tu pecho van cayendo

luceros de soledad.

 

Es tarde para el amor y la palabra.

Es muy tarde ya para proyectar

retornos imposibles

de susurros amorosos,

de recaditos cordiales,

de los amantes del verso,

de los poemas del aire.

Los sinuosos harapos del hastío

se van colando sin trabas

como culebras hambrientas

por las rendijas del alma.

 

Hace frío, la lluvia golpea

los macilentos cristales del corazón,

los tiraniza y los quiebra.

Siento tiritar mis vísceras,

ansiosas de vida y sol,

en los despiadados cielos

de la ausencia y del olvido.

 

Y tú te alejas

como una ola solitaria

sedienta de distancias,

de prepotencias del ego

y de abandonos. Te vas de mí

al tácito son de tus pasos

en un asfalto de tierra roja

que ha traído el viento, en suspensión,

desde lejanos desiertos.

 En CasaRosada, 17-3-2022





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