Por fin ha llegado la
lluvia a nuestro pueblo para regar los campos, limpiar el aire de insectos, alegrar nuestros
corazones y traernos el fresco de otoño.
Yo he disfrutado muchísimo viendo caer el agua, de forma sosegada, pero
enérgica. Solo me ha faltado bailar bajo la lluvia. No ha durado mucho tiempo,
pero ha sido muy útil y beneficiosa.
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