Me sumergiré en el azul turquesa
que dimana de los cielos de
mi pueblo
para sentir el amor de la
Virgen de las Nieves.
Me dedicaré a gozar la delicada luz
que proviene de los ojos de la
Madre,
para disfrutar del sol de su
mirada en las mañanas de estío,
anclada en los agrestes
parajes de Pegalajar, mi pueblo,
y para beber el dulce néctar
de los labios virginales
en el cuenco de su mano.
Quiero saludar a la Virgen de
las Nieves en el día de su santo.
y recordar a las jóvenes
generaciones
que nuestros mayores la
eligieron como patrona
de nuestro pueblo, hace
muchísimos años y lucharon
para que ese acto perdurara
en el tiempo
por los siglos de los siglos.
Amén
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