El nombre de la
rosa es una novela histórica de misterio, la primera del
escritor y semiólogo italiano Umberto Eco, publicada en 1980. Está ambientada
en una abadía benedictina al norte de Italia, (Alpes italianos) en el S. XIV. Nos
ofrece un ambiente tenebroso con días nublados, llenos de niebla, y tormentas y
un entorno peligroso con montes elevados y escarpados y con veredas sinuosas. La
novela es extensa, casi 500 páginas y con una letra pequeña. Narrativa Actual
RBA Editores, editorial española. Esta es la versión leída por quien escribe
esta reseña.
De Umberto Eco, tenemos
que decir que escribe con gran minuciosidad, conocimiento y perfección y que
tuvo que hacer grandes investigaciones para escribir esta novela en la cual destacan
muchos factores tales como, la perfección del lenguaje. La belleza de las
descripciones y la concreción de las mismas. El dominio cognitivo de la
arquitectura de las catedrales, a la hora de describir la iglesia de la abadía.
El conocimiento exhaustivo de las
Sagradas Escrituras y del latín. Los estudios realizados sobre las hierbas del
campo y concretamente, de las plantas que cultivaban en el huerto de la abadía,
y las propiedades de las mismas, más que nada, de la venenosas. La erudición versada
sobre las piedras preciosas, y su comparación con la virtudes teologales y
cardinales, poseídas por las personas, estos comentarios sobre las piedras
preciosas los expresa el narrador a raíz de las que el abad tenía en su anillo,
del que no quería desprenderse. La teoría sobre la risa es tratada también como
algo procedente del maligno, dice que la risa es la distracción de la plebe. También
trata el miedo, sentimiento que nos paraliza. El pecado de la carne, que nos
conduce al infierno. Además de la lucha por el poder y el dominio dentro de la
iglesia. La pobreza de Cristo, seguida por algunas órdenes. Las pasiones
humanas, en las que todos caemos. Y muchas más teorías y realidades que
demuestran con creces las investigaciones realizadas por el autor. Tiene
también alguna frase que condena a la mujer por su cuerpo deseable, en boca del
fraile Ubertino dice: Cuando la naturaleza femenina, tan perversa, se
sublima en santidad, entonces se convierte en el más elevado vehículo de la
gracia. A la mujer, en esa frase nos la presenta como algo detestable, por
ese cuerpo sensual, que induce a los hombres al pecado de la carne. A veces, el
narrador entra en conversaciones o descripciones pesadas que, aunque bellas y
bien realizadas, pueden aburrir al lector.
Esta novela es una mezcla
de historia policiaca y narrativa culta. Está escrita en primera persona por un
personaje que vive la historia: Adso de Melk, un novicio benedictino, bajo la
tutela de fray Guillermo de Baskerville, un fraile franciscano, al que acompaña
en algunos viajes. Adso relata cómo su maestro desvela el misterio de las
muertes producidas en el monasterio, usando para sus investigaciones la
deducción de lo visto y escuchado, la razón y la lógica. La historia está
escrita desde la madurez de Adso, evocando sus años jóvenes. Guillermo es un
fraile franciscano con dotes de detective e investigador, uno de los personajes
principales de la novela. Este hombre es un antiguo inquisidor que presidió
algunos juicios en Italia e Inglaterra y destaca por su gran perspicacia y
sencillez.
Guillermo de Baskerville,
acompañado de Adso de Melk, su discípulo,
llegan a la abadía para investigar la muerte de un fraile en extrañas
circunstancias. Nada más llegar, y antes de ser informado, Guillermo, mediante
la observación directa y su ingente sagacidad sobre todo lo visto y escuchado,
percibe detalles acerca de aquella muerte, que le serán muy útiles durante toda
la investigación. Por lo descubierto, pide al abad de la abadía el acceso a la
biblioteca, una de las mejores dotadas del mundo conocido entonces, que guarda
libros desde la antigüedad hasta ese tiempo y que consta de muchas salas, que
se comunican unas con otras, en las cuales los libros se guardan siguiendo unas
claves desconocidas para los recién llegados.
El abad le niega la entrada a la biblioteca. No obstante, ellos logran
entrar por la noche. La primera vez que lo hacen se pierden, después lo harán
con mayor sentido de la orientación.
La extensa historia
sucede en solo seis días, pero hay que añadirle un día más, la noche misteriosa
y fulminante del séptimo día, en la cual se encadenan los descubrimientos y
terribles sucesos finales. Cada día transcurrido en la abadía consta de varias
partes, en la cuales los frailes se reunían en la iglesia para hacer oración e
implorar la misericordia divina. Estas partes del día eran: Maitines, Laudes,
Prima Hora, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas y Completas. Distribuidas todas ellas
a lo largo del día, empezando desdela 3 de la madrugada, hasta la 6 de la
tarde. Los monjes se acostaban a las 7 de la tarde y se levantaban antes de la
3 de la mañana, para acudir a los rezos matutinos.
Mientras el investigador
fray Guillermo y el discípulo Adso están en la abadía, suceden una serie de
muertes trágicas y oscuras que algunos achacan a la presencia del maligno en la
abadía, y que los frailes investigadores tienen que desvelar. Ellos van
recogiendo pistas, por todo el recinto, sobre todo, por la magnífica biblioteca
y destapando detalles que les serán muy útiles para desvelar la gran maraña de
aquellas muertes ocurridas en extrañas circunstancias. En las mismas hay varios
personajes implicados, de forma indirecta, y muchos intereses particulares.
Para resolver los asesinatos fray Guillermo se vale de deducción, sobre lo que
ve y escucha y de la razón y la lógica natural.
El culpable principal de
aquella trama mortal es el personaje que menos se espera, por lo que al lector
le produce una gran sorpresa. La investigación acaba en la noche del séptimo
día, en la que todo queda resuelto a la vez que ocurre una gran tragedia, en
las últimas páginas del libro. En el tratamiento de estos siete días del autor
en su narración, vemos una similitud con la Historia Sagrada, según la cual,
Dios creo el mundo en seis días y el séptimo descansó.
Esta novela nos informa sobre el
terrible oscurantismo de supersticiones y creencias erróneas usadas por la
Iglesia Católica para controlar a quienes se acogían a su protección. Nos habla
de la Santa Inquisición, que se erigía como juez, elemento de tiranización y
mano interventora e intransigente en el nombre de Dios, para ejecutar a las personas,
acusadas de herejía, de brujería, de cisma, de cultos distintos al de la
iglesia, de adulterio y de malas prácticas cristianas. Así también consiguen
adoctrinar a las gentes.