Así continúa Victoria Godoy el prólogo de mi libro, Ojos de
zafiro y otros relatos.
Como
pórtico del libro figura Ojos de zafiro, que, por su extensión y, sobre
todo, por la complejidad de la trama, elipsis, digresiones y peripecias que
suceden —tanto al personaje principal como secundarios— está más próximo a lo
que la crítica literaria entiende por novela corta que por relato. Todo un
símbolo metafórico del arrebatamiento y pérdida absoluta del paraíso de la
inocencia y la soledad del alma de la mujer, víctima de prácticas dominantes
arraigadas como «usos y costumbres» que, desde la construcción simbólica y
real, se despliegan como técnicas para la producción y reproducción de la
violencia. Mantener esta historia al comienzo del libro es un acierto y también
una necesidad, pues es el sentimiento trágico de la vida y de los pueblos.