“…
las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda
oportunidad sobre la tierra”. Así acaba la maravillosa novela Cien
años de soledad del prestigioso escritor colombiano Gabriel García
Márquez, Premio Nóbel de Literatura que nació en Aracataca y ha muerto en Méjico, 1928-2014. Ayer nos dejó el maestro, pero su palabra escrita perdurará en el recuerdo. Es el principal
representante del Realismo Mágico. Sus obras han sido traducidas a la mayor
parte de los idiomas literarios y leídas en todo el mundo. Desde este rincón
del mundo rindo homenaje a este gran escritor que creó escuela en el terreno literario. Un ramo de rosas
amarillas, sus favoritas, para su tumba y una oración para pedir su eterno
descanso en el país de los justos.
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Acerca de mí...
- Encarna Gomez Valenzuela
- Pegalajar, Jaén, Spain
- Gracias por venir a recorrer estos senderos literarios que han brotado de una fontana silenciosa, sedienta de emoción y de calma. Gracias por leer estos poemas, por beber su aliento, por respirar su aroma, por destilar su esencia, por libar su néctar. Sabed que han brotado de un corazón anhelante que sueña con ser luz y ternura, primavera y sueño, calidez y verso. Mientras lo consigo sigo escribiendo, soñando, amando, enseñando, viviendo y cantando a la vida y al amor, al mar y a la tierra, a la tristeza y al llanto, al suspiro de la brisa y al deseo de los espejos, a la melancolía y a la nostalgia. La vida es como un poema que, en unas ocasiones, nos abre las puertas de paraísos ignotos, de hermosas praderas cuajadas de florecillas silvestres, de exóticos jardines, de luminosas estancias donde germinan los sueños y donde se gesta el amor, pero en otras nos aboca al temblor de los fracasos, al dolor de las heridas, al vacío de las ausencias, al llanto de las tormentas, al furor de las ventiscas, al horror de las contiendas y a la tupida oscuridad de una noche sin luceros. Espero que seas feliz mientras bebes agua de los manantiales de la poesía, de las fontanas del verso.
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Descanse en paz. Saludos, Encarna
ResponderEliminarSí, que descanse en paz, pero su legado nunca descansará, seguirá siendo leído y disfrutado en todos los confines de la tierra. Seguimos en contacto. Un abrazo.
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