Para celebrar la Resurrección de Señor, en Pegalajar
se hacían y se hacen hornazos (monas de Pascua en Cataluña y en otros lugares). Por la tarde, con esa exquisita merienda, nos íbamos al campo, a lugares tan preciosos
como las Siete Pilillas, la Alberquilla, la Cerradura, la Serrezuela y otros; teníamos
tres días de merendilla. La gente menuda lo pasábamos genial, y los mayores
también. ¡Vamos a los ricos hornazos, acompañados de un trozo de chocolate, y
que no falte la tostá, ni la naranja!
El camino hasta la Resurrección. Un camino de superación de obstáculos, que encuentra el premio final.
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