La novela El lector de Julio Verne de Almudena Grandes se ambienta en el pueblo de Fuensanta de Martos, en la Sierra Sur de Jaén, Andalucía, España, durante el periodo de posguerra (1947-1949). Son los tiempos difíciles de la posguerra española en un pueblo pequeño. La historia se centra en Nino, un niño de nueve años que vive en la casa cuartel de la Guardia Civil, y explora la represión de la guerrilla antifranquista, las continuas persecuciones y el aprendizaje del protagonista a través de los libros de Julio Verne y su amistad con un misterioso forastero, Pepe el Portugués. La novela está narrada en primera persona por ese niño, que vive la historia.
En ese pueblo pequeño la guerra no ha terminado
aún. Allí todos los personajes tienen su sello
característico, y cada cual, de un bando o del otro, encierra su propio secreto
porque todos han de vivir juntos.
Hay persecuciones diarias, encarcelamientos,
palizas y toda clase de represiones: zancadillas y amenazas. Por suerte Nino se
relaciona con gentes que le ayudan en su peregrinar por la vida. Las lecturas
de Julio Verne y ese peregrinaje hacen que el pequeño sepa lo que no desea ser
de mayor.
La novela tiene varias sorpresas, que no te
esperas y te impactan gratamente. Gentes que trabajan desde un bando y de
súbito se descubre que eran del otro, pero habían de fingir para no ser
perseguidos y eliminados.
La historia es interesante. Almudena narra las
contradicciones personales de los miembros de una comunidad, que está dividida
por la guerra y por la ideología. A veces, sólo el azar hizo que los personajes
militaran en uno u otro bando.
La narración es dificultosa de seguir, por los
numerosos personajes prescindibles para la historia, con sus respectivos
sobrenombres o motes, lo que hace que se pierda el hilo en ocasiones. En la
historia también hay ternura —recuerdo con emoción cómo el sargento, con suma
paciencia y cariño, pinta las uñas de los pies de su mujer que es coja y ella
no puede hacerlo—. Este personaje, el sargento, nos sorprenderá casi al final
de la historia con una reacción trágica, pero valiente.
La historia es impactante, sobre todo en algunas
escenas. Es emotiva, muy realista y está diseñada con veracidad y delicadeza.
Es una novela interesante para conocer la historia de esos años difíciles de la
posguerra española.
Los libros de Almudena Grandes que tratan la Guerra
Civil Española pertenecen a su serie Episodios de una guerra interminable,
que incluye novelas independientes centradas en la resistencia antifranquista y
sus personajes. Los títulos
son: Inés y la alegría, El lector de Julio Verne, Las tres bodas de Manolita, Los pacientes del doctor García y La madre de Frankenstein. Pero hay personajes que
pasan de una novela a otra y te sorprenden cuando lo adviertes. Recomiendo las
novelas de Almudena Grandes, que nos dejó demasiado pronto. D. E. P. la
autora. ¡Almudena, que la tierra te sea
leve!
Almudena Grandes (Madrid, 1960) ha escrito muchas novelas de éxito de público y de crítica, y es uno de los nombres con más proyección internacional del panorama de la narrativa española contemporánea. El lector de Julio Verne (2012) forma parte de la serie que Almudena Grandes tituló Episodios de una guerra interminable1, un proyecto ambicioso del que esta novela es su segunda entrega, tras su obra Inés y la alegría. La obra más reciente de esta serie es La madre de Frankenstein (2020). Las diferentes novelas que integran los Episodios tienen siempre un hilo que las une: en ellas se repiten personajes y se hilvanan sucesos a los que se les da continuidad. Tal y como ha explicado la autora, El lector de Julio Verne nace gracias a una historia que su amigo Cristino Pérez, catedrático de Psicología de la Universidad de Granada e hijo de guardia civil, le contó en un viaje en coche por el norte de Marruecos. En palabras de la propia autora: “El lector de Julio Verne cuenta la historia de un niño, Nino, al que le toca atravesar los que probablemente hayan sido los años más terribles y más crueles del siglo XX español. Hijo de guardia civil, vive en una casa cuartel de un pueblo muy pequeño (Fuensanta de Martos), cuya población está sujeta al terror que imponen, precisamente, su padre y sus compañeros. Así, Nino se convierte en adulto antes de tiempo. La experiencia de su infancia marcará por tanto el resto de su vida”.
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