Planeta y Destino convocan un polémico premio
para diseñar la cubierta de Olvidado
Rey Gudú, de Ana María Matute, en homenaje a la escritora.
Un homenaje a Ana María Matute va camino de
protagonizar la polémica editorial del verano. Nada que ver con su magnífica obra,
sino con el recuerdo que Planeta y Destino han preparado con motivo de
la nueva edición de Olvidado Rey Gudú,
una de sus novelas más emblemáticas. La editorial ha lanzado la convocatoria de
un premio para buscar el diseño de cubierta... sin ofrecer remuneración
alguna a cambio.
El concurso para
homenajear —con escasa fortuna— a Ana María Matute solicita propuestas en
soporte físico —con la inversión económica que esto supondrá a los
participantes—, advirtiendo que quienes se presenten autorizan que los diseños
puedan formar parte de una exposición que se realizará en la librería +Bernat
en formato físico, y en su página web hasta el 31 de diciembre de 2015.
Esta muestra para ganador y finalistas, además de la publicación del diseño
vencedor —que cede a título gratuito y con carácter exclusivo todos los
derechos de su obra—, son los únicos premios que Planeta y
Destino ofrecen.
La reacción en contra de ilustradores no se ha hecho
esperar. Al margen del hecho de que una multinacional se quede con los derechos
patrimoniales y de reproducción sin retribución económica alguna para el autor,
no parece que una escritora como Ana María Matute, siempre cuidadosa con los
ilustradores que trabajaban en sus obras, hubiera aprobado el premio.
Por su parte Blanca Espigares Rooney, profesora de la Universidad de Granada,
ha sido muy explícita en la durísima entrada que dedica a la editorial en su
blog, y que ha titulado Editorial Planeta: manchando la memoria de Ana María
Matute con un concurso esclavista. Las redes sociales se han incendiado en
los últimos días, e incluso se ha creado una petición en Change.org para que la editorial
—que por el momento no se ha manifestado al respecto— dé marcha atrás.
Sin dudar —por supuesto— de la buena intención de los
profesionales de Planeta y Destino al rendir tributo a la escritora
barcelonesa, sorprende que una editorial con presupuesto suficiente —no
hablamos de una editorial minúscula y heroica que da sus primeros pasos—
escatime al reconocer a quien diseñará la que debería ser una de sus
publicaciones fundamentales el próximo año. Realizar una convocatoria en la que
se exige profesionalidad e implicación a los participantes y apenas se les
ofrece nada a cambio no resulta, nos tememos, el homenaje más acertado a la
memoria de Ana María Matute y su Olvidado Rey Gudú.
Noticia publicada por Estandarte
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