para sentir la delicada luz del sol en las mañanas de estío,
anclada en los agrestes
parajes de Pegalajar, mi pueblo
y para beber el dulce néctar en el cuenco de su mano.
Dibujaré palabras de
gratitud en los muros de la Charca
para recordar a las jóvenes
generaciones
que nuestros mayores
lucharon por el agua de la Fuente de la Reja,
hoy, desgraciadamente, a
punto de agonizar.
Dibujaré nubes surcando el espacio infinito para que
traigan el agua
que fertiliza los campos y
llena nuestras acequias.
Soñaré para recordar los
días de nuestra infancia,
cuando el tiempo era mágico
y estaba saturado de deseos.
Soñaré un ideal de justicia
para vivir un futuro de equidad.
Duerme el viento, atrapado,
en los pinos de la sierra.
Ha cesado su monótona canción de desvarío para escuchar
las campanas
de la torre parroquial que
repican anunciando una fiesta mariana.
Es el día de la Virgen de
las Nieves, nuestra patrona querida
y nuestra madre del alma que
pasea por las calles bulliciosas,
dándonos su bendición y
curando las heridas que nos causó el desamor,
la tristeza, la lejanía de
nuestros seres queridos y el dolor.
En su ermita, como una
hermosa paloma, detendrá su grácil vuelo.
La Virgen Blanca, como la
luz y la nieve, te deparará unas felices jornadas
de verbena y de alegría, a
cambio, te pedirá que respetes al hermano y
le ayudes a caminar por la vida con
proyectos solidarios.
No le cierres tus entrañas a la madre.
Este es el poema que salió publicado en el Libro de Festejos de Pegalajar, cuya edición fue con motivo de la Fiestas en honor de la Virgen de las Nieves. Ofrecemos imágenes de la Virgen y del pueblo.
Este es el poema que salió publicado en el Libro de Festejos de Pegalajar, cuya edición fue con motivo de la Fiestas en honor de la Virgen de las Nieves. Ofrecemos imágenes de la Virgen y del pueblo.
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