Estos días de la primavera, en los que a veces el cielo se puebla de nubes y de brumas, son más frescos y llevaderos que aquellos en los que hace tanto calor. Unos días amanece nublado y luego se levanta el sol y brilla en plenitudes, y otros, sucede a la inversa. Pero en resumidas cuentas llueve muy poco. Ojalá lloviera mucho más y todos fuéramos más respetuosos con el agua y la naturaleza. Os ofrezco algunas fotos de estos días.
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