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Pegalajar, Jaén, Spain
Gracias por venir a recorrer estos senderos literarios que han brotado de una fontana silenciosa, sedienta de emoción y de calma. Gracias por leer estos poemas, por beber su aliento, por respirar su aroma, por destilar su esencia, por libar su néctar. Sabed que han brotado de un corazón anhelante que sueña con ser luz y ternura, primavera y sueño, calidez y verso. Mientras lo consigo sigo escribiendo, soñando, amando, enseñando, viviendo y cantando a la vida y al amor, al mar y a la tierra, a la tristeza y al llanto, al suspiro de la brisa y al deseo de los espejos, a la melancolía y a la nostalgia. La vida es como un poema que, en unas ocasiones, nos abre las puertas de paraísos ignotos, de hermosas praderas cuajadas de florecillas silvestres, de exóticos jardines, de luminosas estancias donde germinan los sueños y donde se gesta el amor, pero en otras nos aboca al temblor de los fracasos, al dolor de las heridas, al vacío de las ausencias, al llanto de las tormentas, al furor de las ventiscas, al horror de las contiendas y a la tupida oscuridad de una noche sin luceros. Espero que seas feliz mientras bebes agua de los manantiales de la poesía, de las fontanas del verso.

lunes, 16 de enero de 2023

LA ECONOMÍA MUNDIAL

          


Este es el artículo de mi autoría publicado en el periódico IDEAL SIERRA MÁGINA, para el mes de enero de 2023. Abajo lo cuelgo en letra grande para que podáis leerlo.



LA ECONOMÍA MUNDIAL          Palabras 512

La economía de la Unión Europea, con la pandemia del Covid-19, sufrió una gran recesión. Se cerraron muchos locales comerciales, que ya no han vuelto a abriese. Otros se mantuvieron a duras penas, pero se vieron obligados a hacer muchos ajustes económicos para no hundirse, entre ellos los despidos. Bastantes empleados perdieron sus trabajos, y hubieron de quedarse en casa, tirando de los pocos ahorros que tenían. La brecha entre ricos y pobres se incrementó, porque se dio el caso de que, mientras, unos se empobrecían, otros se llenaban los bolsillos. Ya lo dice el refrán: Río revuelto, ganancia de pescadores. De esta manera, muchos perdieron y algunos ganaron mucho. De la forma cómo atesoraron la riqueza, no vamos a hablar en este artículo. Sin embargo, ahora recuerdo las palabras de mi difunto padre: “Todo el que se enriquece tanto y en tan poco tiempo, no lo consigue de forma normal, lo hace robando al obrero”. En mi infancia, apenas les daba crédito a estas palabras, pero ahora, viendo el panorama económico y la situación social, lo advierto perfectamente y lo comparto.

Sigamos con nuestras reflexiones sobre la economía en Europa y en el mundo. Cuando habíamos empezado a recuperarnos de la pandemia, llega una inesperada guerra. Putin se propone anexionarse los terrenos colindantes y no duda en invadir Ucrania. Con esta contienda, suben los precios de los carburantes, el precio de la energía eléctrica se dispara y el gas comienza a no llegar desde estos países, y también se encarece. Esto hace que se desequilibre la balanza económica y empiecen a elevarse los precios de todos los productos al consumo, incluso los de los alimentos más necesarios: el pan, la leche y sus derivados, las frutas, las verduras, las carnes y los pescados.

Sin embargo, con los salarios ha ocurrido la situación inversa. Cada vez se gana menos y se trabaja más, además de aumentar los horarios para que los rendimientos sean superiores. Como hay tantos desempleados, si alguien no acepta un trabajo, creyendo que van a explotarlo, hay otros detrás, dispuestos a aceptarlo, porque la situación de su economía familiar es aún más precaria. Este contexto ha conseguido que algunas familias no puedan llegar a fin de mes, o tengan que hacer muchas cuentas para lograrlo, ya que la cesta de la compra se ha encarecido mucho. Las familias están perdiendo valor adquisitivo. Algunos productos de primera necesidad han subido al doble de su valor. Las colas del hambre han crecido tanto que algunas ONGS no pueden abastecer a toda la población que necesita ayuda.

No obstante, los más perjudicados son los países del tercer mundo. A algunos lugares ya no llegan las ayudas, y los precios de los alimentos que aún pueden llegar se han encarecido tanto que los habitantes de esos países no pueden adquirirlos. En algunos hogares, solo pueden hacer una comida al día, y muchos niños, que padecían hambre severa desde tiempo atrás, ahora se encuentran en pésimas condiciones de salud. Los estudiosos del tema pronostican que, con estas perspectivas, aumentará el hambre en el mundo.       


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