Allí, en las siete pilillas
de piedra viva y
entraña,
el agua gime despacio
con cantares de
añoranza.
Allí, doné el corazón
al agua clara y
amable.
El llanto de aquellos
caños
es un cantar primoroso.
Es una copla dormida,
a la orilla del
querer.
Es un poema sencillo
de pan, de amor y de
escarcha.
Es un verso de agua
fresca
que se me enreda en el
alma.
Es una rosa encarnada,
de los jardines del
cielo.
Es el entorno
precioso,
donde el amor me robó
la imagen de
adolescencia.
Es la primera caricia
que me deparó el amor.
El primer beso robado
a la sombra del
querer.
Es un rosario de
risas,
un calendario de
versos.
Es un paisaje adornado
con los amores del
aire.
Siete pilas, siete
besos.
Siete risas de dulzura.
Siete estrellas que
nos miran
desde lo alto del
cielo.
Siete cauces de
alegría
van recorriendo los
valles.
Siete ilusiones volaron,
como alegres
mariposas,
con el viento de la
tarde.
Siete hilos de pasión.
Siete palomas
salieron del palomar
el día maravilloso
en que te entregué mi amor.
En CasaRosada, a 27-11-2022
el día maravilloso
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