CONTINUACIÓN DE LA RESEÑA DE OJOS DE ZAFIRO Y OTROS RELATOS DE LA AUTORA ENCARNA GÓMEZ A CARGO DE JOAQUÍN QUESADA

 

OJOS DE ZAFIRO

          He aquí, según Victoria Godoy, los temas principales: “el cainismo y la violencia sexual del sistema patriarcal; la pérdida absoluta del paraíso de la inocencia y la soledad del alma de la mujer, víctima de prácticas dominantes arraigadas; el individuo en un mundo estratificado y organizado en múltiples códigos, símbolos y ritos”.

          Este primer relato está centrado en la vida de una pequeña aldea africana. En ella vamos a encontrar, conviviendo juntos, los defectos y las virtudes de la raza humana. Por un lado, grandes valores como el amor, la bondad, el respeto, la honradez, la amabilidad, la dulzura, la justicia, la generosidad, la ingenuidad, la valentía, la humanidad, la compasión, la inocencia, la sencillez, el perdón.

     Y por otro, la maldad, la envidia, la calumnia, la discordia, los recelos, la mezquindad, la suspicacia, la furia, la desconfianza, la tragedia, la incomprensión, el desdén, la soledad, los celos, la ingratitud, las críticas y censuras, el rencor, la rabia, la frialdad e indiferencia, y muy particularmente la violencia sexual. ¡Como la vida misma!  

          Es necesario prescindir, para no alargar el resumen, de la ceremonia nupcial entre Gleby y Boby (sencilla como correspondía a una familia humilde de este apartado rincón del mundo), así como de los festejos realizados con motivo de su unión y del precioso acto amoroso de su noche de bodas, descrito anteriormente en lo que he calificado como “la guinda”. Dada su belleza, vuelvo a felicitarte por el mismo. 

 1.- Bendición de la más anciana de la aldea

 La recojo íntegra, dada su gran belleza:

         – “Desde hoy ya eres una de nosotras. Recibe mi bendición y la de todas tus nuevas compañeras. Deseamos que puedas tener tantos hijos como peces bullen en el gran río, padre de todos los habitantes de estas tierras.

     Para eso deberás abandonarte esta noche y todas las restantes en las manos del esposo. Deja que te acaricie. Sus manos recorrerán todo tu cuerpo. Él penetrará en tu interior igual que la luna en el río. Las aguas del esposo inundarán el pozo de tus entrañas, para que su semilla pueda fecundarte. 

     Serás para él tierra fértil, fuente donde sacie la sed y caudal para apagar sus fuegos internos. Él será timón y guía para ti. Los dioses te premiarán, si sigues estos consejos”.