Este es el artículo de mi autoría publicado en el periódico IDEAL SIERRA MÁGINA, para el mes de enero de 2025. En mi blog lo cuelgo en letra grande para que podáis leerlo.
LOS EFECTOS DE LA DANA Palabras 518
El 29 de octubre resultó una
fecha terrible en varios lugares de nuestro país, pero fue la provincia de
Valencia la que se llevó la peor parte. El impacto de la tragedia fue terrible.
Cuál era el motivo de aquella devastadora riada. Por qué corría el agua con una
furia tan desmesurada. La espantosa riada lo arrasaba todo, entraba en los
garajes y en los sótanos, se llevaba a las personas, los animales, los contenedores, el
mobiliario, los coches y todo lo hallado al paso. Muchos seres humanos encontraron
la muerte en esta descomunal tragedia. Aún hay desaparecidos.
Nos solidarizamos con
todos los que sufrieron esa descomunal tragedia. Nuestra solidaridad no es solo
sentimental, ha sido también material. Cada uno ha colaborado como ha podido,
con fondos, con productos alimenticios y sanitarios, con ropas y calzado y,
sobre todo, con ayuda presencial. Muchos jóvenes españoles y otros menos
jóvenes han acudido a los lugares afectados por la terrible catástrofe para
ayudar en las labores de limpieza y amparo. Aún quedan lodos en algunos lugares,
coches y mobiliario destruido en otros. Han sido muchas las personas que han
perdido la vida, siendo arrastradas por la riada o sorprendidas por esta, otras
se han quedado sin hogar, sin mobiliario o sin coche. Las pérdidas materiales,
poco a poco, con ayudas y esfuerzo, podrán solucionarse, pero las pérdidas
humanas ya no tienen arreglo.
Se ha hablado mucho sobre
la tardanza en dar la alarma acerca de la catástrofe. Los dirigentes políticos
valencianos, según hemos oído decir en los medios de comunicación, no creyeron
en el peso de la tragedia, no imaginaron lo que podría ocurrir y avisaron
tarde. Desde por la mañana de esa trágica jornada, estaban informados de todo. Si
hubieran dado la voz de alarma a esas horas, la Dana y la terrible riada habrían
sucedido igualmente, pero se hubiera minimizado la magnitud de la tragedia, se
habrían salvado muchas vidas, además se hubieran mermado los múltiples
deterioros en las fábricas, talleres, viviendas, garajes, colegios, etc.
Lo más valioso e
importante han sido las numerosas vidas humanas perdidas, demasiadas por falta
de previsión, por la ausencia de información de quienes tenían la obligación de
haber avisado cuando fueron informados. También nos ha causado pavor que no
haya habido ninguna dimisión. Sabemos y hemos visto que no han cumplido con el
deber de informar al personal de la terrible tragedia que se les venía encima.
Quizá tenían miedo de no poder cumplir sus compromisos personales. Han puesto
lo propio por delante de los compromisos del cargo: la obligación de informar, proteger,
prever y socorrer. Han faltado al deber de protección del personal, por omisión,
por ignorancia o por desidia.
Por último, vamos a
hablar de la necesidad de evitar la construcción de casas, chalets, cortijos y
pueblos en lugares peligrosos, en valles muy cercanos a los ríos, barrancos y
lugares por donde, en caso de abundantes lluvias, tiene que pasar el agua. También
hemos de hablar de los trabajos de prevención en los ríos y barrancos por parte
de la autoridad competente para mitigar tanta catástrofe y soslayar los
desastres.
Encarna Gómez Valenzuela
http://trabajosdeencarna.blogspot.com
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