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Pegalajar, Jaén, Spain
Gracias por venir a recorrer estos senderos literarios que han brotado de una fontana silenciosa, sedienta de emoción y de calma. Gracias por leer estos poemas, por beber su aliento, por respirar su aroma, por destilar su esencia, por libar su néctar. Sabed que han brotado de un corazón anhelante que sueña con ser luz y ternura, primavera y sueño, calidez y verso. Mientras lo consigo sigo escribiendo, soñando, amando, enseñando, viviendo y cantando a la vida y al amor, al mar y a la tierra, a la tristeza y al llanto, al suspiro de la brisa y al deseo de los espejos, a la melancolía y a la nostalgia. La vida es como un poema que, en unas ocasiones, nos abre las puertas de paraísos ignotos, de hermosas praderas cuajadas de florecillas silvestres, de exóticos jardines, de luminosas estancias donde germinan los sueños y donde se gesta el amor, pero en otras nos aboca al temblor de los fracasos, al dolor de las heridas, al vacío de las ausencias, al llanto de las tormentas, al furor de las ventiscas, al horror de las contiendas y a la tupida oscuridad de una noche sin luceros. Espero que seas feliz mientras bebes agua de los manantiales de la poesía, de las fontanas del verso.

domingo, 9 de marzo de 2025

8 DE MARZO. DÍA DE LA MUJER. EL TRABAJO FEMENINO

 


Este es el artículo de mi autoría publicado en el periódico IDEAL SIERRA MÁGINA para el mes de marzo de 2025. Abajo lo cuelgo en letra grande para que podáis leerlo.


PALABRAS 520

El 8 de marzo celebramos el Día de la Mujer, una jornada para condenar el dominio machista y reivindicar la valía y la utilidad de las mujeres en la sociedad.

Ya es hora de que todos comprendan que la mujer es un ser libre, que tiene los mismos derechos y deberes que el varón y que aporta mucho a la vida humana.

Comencemos por la maternidad, ese acto maravilloso de alumbrar una vida. La madre, con la intervención del varón, concibe al hijo y le da cobijo en sus entrañas gestándolo durante nueve meses. Después lo alumbra y se dedica a amamantarlo y a criarlo varios años. Por eso se dice que como el amor de la madre no hay ninguno, su interés está puesto en el hijo y no en nada personal. Las madres regalamos un nuevo miembro a la familia, que lleva su misma sangre; al país le damos un habitante, que será un trabajador para continuar engrandeciéndolo y al mundo le donamos un nuevo ser que contribuirá a esa tarea común de hacer bello y habitable el planeta.  

También debemos valorar el trabajo de la mujer, primero en el hogar ocupándose de mantenerlo limpio y de convertirlo en un lugar acogedor donde todos los miembros de la familia se sientan cómodos. Veamos también su interés en que a la familia no le falte lo necesario para la subsistencia: alimentos cocinados, ropas limpias y todo tipo de atenciones.

Por ese deseo que tenemos todas las mujeres de participar en las actividades colectivas, a pesar de las barreras que siempre nos han puesto, hemos llegado a los institutos y a las universidades y hemos estudiado con ahínco para labrarnos un porvenir con el que solventar nuestra vida y colaborar en las tareas sociales. Por este motivo, las mujeres formamos parte de los profesionales en todos los ámbitos laborales: enseñanza, salud, construcción, restauración, custodia de los demás y todo tipo de servicios públicos.

Algunas mujeres que, por una causa u otra, no han salido de su hogar para afrontar otras tareas fuera de casa, también son muy útiles al mundo. Además de llevar los quehaceres hogareños, realizan trabajos manuales bellos e interesantes de costura, bisutería y otras. Su trabajo es tan importante como el de quienes trabajan fuera. Todas nosotras, dentro y fuera de la casa, trabajamos para hacer el planeta Tierra mucho más hermoso y habitable. Nosotras, al contrario de algunos varones de los que van quedando pocos, sabemos valorar el trabajo masculino y la gran importancia que tienen los varones en nuestra vida y en el terreno laboral.

Hombres y mujeres estamos en esta tierra para vivir juntos, respetarnos mutuamente y seguir construyendo el mundo en beneficio de todos.  ¡Mujeres, no os dejéis avasallar por nadie, tened relaciones sexuales con quienes elijáis vosotras! ¡No dejéis que nadie os acose en este terreno ni en ninguno!  Celebremos el 8 de marzo y todos los días del año procurando llevar nuestro velero a un puerto seguro y naveguemos siempre por mares de aguas benévolas dirigiendo el timón de nuestra vida de forma acertada. ¡Feliz día de la Mujer!

 

Encarna Gómez Valenzuela                                        

http://trabajosdeencarna.blogspot.com

 

 

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