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Pegalajar, Jaén, Spain
Gracias por venir a recorrer estos senderos literarios que han brotado de una fontana silenciosa, sedienta de emoción y de calma. Gracias por leer estos poemas, por beber su aliento, por respirar su aroma, por destilar su esencia, por libar su néctar. Sabed que han brotado de un corazón anhelante que sueña con ser luz y ternura, primavera y sueño, calidez y verso. Mientras lo consigo sigo escribiendo, soñando, amando, enseñando, viviendo y cantando a la vida y al amor, al mar y a la tierra, a la tristeza y al llanto, al suspiro de la brisa y al deseo de los espejos, a la melancolía y a la nostalgia. La vida es como un poema que, en unas ocasiones, nos abre las puertas de paraísos ignotos, de hermosas praderas cuajadas de florecillas silvestres, de exóticos jardines, de luminosas estancias donde germinan los sueños y donde se gesta el amor, pero en otras nos aboca al temblor de los fracasos, al dolor de las heridas, al vacío de las ausencias, al llanto de las tormentas, al furor de las ventiscas, al horror de las contiendas y a la tupida oscuridad de una noche sin luceros. Espero que seas feliz mientras bebes agua de los manantiales de la poesía, de las fontanas del verso.

viernes, 14 de marzo de 2025

RESEÑA DE LA NOVELA LA DELICADEZA DEL ESCRITOR DAVID FOENKINOS A CARGO DE LA AUTORA ENCARNA GÓMEZ VALENZUELA

 


El lector tiene en sus manos un libro intimista, sensual, romántico, amoroso, tierno, sutil, esperanzador, emotivo, palpitante, poético y delicado. En este manual podemos encontrar sentimientos alentadores como: la emoción, la dulzura, la paz y la eternidad.  

 Cuenta la historia de Nathalie, una joven llena de ilusiones. Le gustaba reír y disfrutar de la vida.  A los veinte años, el porvenir era para ella una promesa (se dice que las Nathalies tienen una gran inclinación hacia la nostalgia). A la vera del paso del tiempo, Nathalie conoce a François. Él la aborda por la calle, el amor surgió a primera vista y decidieron casarse. Ella pensó que él sería el amor de su vida, alguien con quien encontrar la belleza y la armonía de la vida y con quien buscar la felicidad y compartirlo todo.  Un dato curioso sucedido a esta pareja la noche de bodas fue que él, a pesar de ser muy activo, se quedó paralizado y no pudo consumar el matrimonio. El miedo a tener con su esposa una felicidad demasiado intensa lo paralizó. ¿Qué pasa? ―preguntó ella. ―Nada, nada. Es que es la primera vez que hago el amor con una mujer casada…  Después todo alcanzó la normalidad. En siete años que vivieron juntos él tuvo tiempo de dejar sus huellas por todos los rincones de la casa.

Pero la vida a veces es injusta, en este caso, se llevó a François muy pronto y de forma inesperada. La pareja quedó separada bruscamente. Nathalie quedó vacía, sola, rota. Para ella el mundo dejó de existir y se hundió en la tristeza. Entonces ella comienza un largo proceso de lucha interior con objeto de poder asimilar la muerte del esposo. Se le hace muy cuesta arriba enderezar la vida. Pensaba en todos esos destinos que encallan en las orillas de lo que pudo ser y no fue. Nathalie se refugia en su casa y en su interior, hasta que, pasado un tiempo, regresa a la oficina donde le esperan sorpresas. Estas le hacen entender que, incluso en los momentos más trágicos y desesperantes de la vida, puede aparecer alguien que te haga ver que se puede seguir viviendo porque la existencia te proporciona una luz a la esperanza, a la vida con amor. Ella conoce a Markus con el que contacta de una forma inesperada. Pasado un tiempo junto a él, comprende que es importante volver a descubrir en pareja el manual de instrucciones de la delicadeza y la ternura para seguir persiguiendo la felicidad.

Quizá, atrapado en ese deseo de originalidad, Foenkinos tiene una particularidad, que puede agradar o no, pero en su caso es muy peculiar. Esta consiste en ir integrando entre los capítulos de narrativa, otros que son ajenos a la misma o que guardan poca relación con ella y que crean desconcierto y extrañeza en el lector. En el capítulo 3, habla de los libros que le gustan a Nathalie. En el 5, ganadores del campeonato de puzle. En el 7, dichos ridículos que a la gente le encantan. En el 12, distancia entre París y Moscú. En el 15, hipotéticas frases que podría haber dicho François antes de irse a correr, donde le sorprendió la muerte. Como una excepción a los demás capítulos raros, este me ha gustado. La última frase hipotética de este capítulo es: «Esta noche vamos por el niño». Los demás capítulos sin narrativa me hacen poca gracia. Quizá Foenkinos los haya integrado en su libro como un respiro para el lector. Si es así, los damos por válidos.

 La novela está escrita en tercera persona. Es un elogio a lo cotidiano, al día a día de los protagonistas. El autor narra con sencillez todos esos detalles que hacen de la vida algo mágico y singular, algo por lo que merece la pena seguir viviendo. Si leéis esta novela os va a gustar.





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