¡Buenas tardes a todos los
pegalajeños y a quienes nos visitan! Vengo llena de ilusión para pronunciar el
Pregón de las fiestas de Pegalajar. Deseo dar alicientes a las fiestas en honor
de nuestra querida Virgen de las Nieves, patrona de Pegalajar. Ella nos acoge
bajo su manto de bondades y nos une en hermandad como una buena madre. Hoy
comenzamos nuestra feria, después de un año de espera. Pretendo que todos
pasemos unos días felices en compañía de nuestros familiares y amigos.
Quiero agradecer
a la corporación municipal, encabezada por el alcalde, Manuel Carrascosa
Torres, el haberme propuesto para pronunciar el pregón de estas fiestas de
2025. Cuando me lo comunicaron, la emoción embargó mi alma y hube de reprimir
el grito de júbilo que pretendía escapar de mi garganta. Fue una gran sorpresa.
Es un honor para mí ser la pregonera
de las fiestas de Pegalajar, el pueblo que me vio nacer, el pueblo que acunó mi
primera infancia, en los brazos de mi madre, y después me vio correr por las
calles, enredada en mil juegos infantiles, con las amigas y amigos del alma. Algunos
de los cuales ya nos han dejado. Vaya para todos ellos mi evocación cariñosa y
el deseo de que D.E.P. Vaya también ese deseo para mis padres, mis suegros,
nuestros familiares y todos los mayores que nos precedieron. Ellos construyeron
lo que ahora tenemos y nos facilitaron la vida. Debemos agradecérselo.
Pegalajar fue el escenario de mi adolescencia
y de la llegada del amor a mi vida, de
mi largo noviazgo y de mi boda, con un joven responsable, en la iglesia
parroquial de la Santa Cruz. Después nuestro pueblo fue testigo del nacimiento
de mis dos hijos, una rosa y un clavel, que llenaron nuestra vida de gozo. Mucho
tiempo después, nos han llegado tres preciosas niñas, tres lindas flores que
alegran nuestro jardín.
Del mismo modo, el pueblo presenció mis
viajes a Jaén, en el coche de línea, para ir al Instituto, donde encaucé los
estudios de bachillerato llena de ilusión por aprender, y después a la Escuela
Normal para realizar los estudios de Magisterio.
Igualmente, Pegalajar
fue testigo de mi tiempo de ausencia. Estuve bastantes años ejerciendo la
docencia en un pueblo vecino: Campillo de Arenas, pero, los fines de semana, siempre
regresaba a Pegalajar, porque el pueblo que llevamos en el corazón nunca se
puede olvidar y necesitas verlo y disfrutarlo siempre que pueda ser. La
práctica de la docencia resultó ser para mí algo muy grande, que me permitía
enseñar a la población infantil y dirigirla por los caminos del bien, del
conocimiento y del saber. Educar a los pequeños fue algo que nunca podré
olvidar. Al final de mis años de
docencia, tuve la inmensa fortuna de estar en el colegio de Pegalajar, dando
clase a los pequeños. Unos niños y niñas tan inocentes y honrados como el sol
que nos alumbra, de los que guardo un recuerdo muy especial. En este colegio
fui muy bien acogida por todos los compañeros, por el alumnado y por los
padres. Mi agradecimiento para todos ellos. Volcarme en la enseñanza y en la
educación infantil ha sido un gran privilegio que me deparó la vida. Me he
sentido muy a gusto trabajando con la infancia. Y es que la tarea de enseñar es
una de las más bellas del mundo.
Ahora me dedico a la escritura de
ficción. Tengo ocho libros publicados: uno de poesía, cuatro de relatos y tres novelas.
Me cabe el orgullo de poder afirmar que en las tres novelas que llevo escritas
se menciona Pegalajar. Es más, nuestro pueblo es uno de los escenarios de mis
novelas. Tengo el gozo de haber hecho de Pegalajar un
territorio literario. Donde se lean estas novelas, sabrán que existe
Pegalajar, un pueblo hermoso, de gentes trabajadoras, honradas, sencillas,
generosas y acogedoras.
Querido Pegalajar, hoy quiero
elogiarte y decir todo lo que siento por ti. Hablar de todas tus cosas y dar
noticias amables de tu linda geografía. De tus casas satinadas con el blanco de
la aurora, algunas, alrededor del castillo. De tus huertas en escalera, en
poyatos, dirían nuestros ancestros. De tus cielos transparentes, azules e
inmensos en estas tardes de agosto. De tus montañas, de la hermosa Serrezuela,
cuajada de verdes pinos. Juego de glaucos y grises para forjar nuestros sueños,
cuando la vemos tan linda con su traje vegetal, de ramas verdes y hermosas.
Desde que llegó el
estío, Pegalajar se ha vestido de luces y de colores, de calor y de alegría, de esperanza y de ilusión. Los espejos de estos días de fiesta
seducen las curiosas miradas, que atraviesan el aire con su chispa candente.
Cuchichean las sonrisas infantiles con la luna y con el sol, con los ángeles
del cielo en estos días festivos. Las estrellas se detienen en la noche de nuestro
pueblo. El viento se balancea en los pinos de la Serrezuela y refresca las
noches de Pegalajar como un grácil abanico. La Peña Gorda desprende ecos de
amor y añoranza como un mágico rayo de luz de luna que nunca cesa el latido. Y
la Peña de los Buitres es un crisol de nostalgia que atraviesa el lagrimal de nuestros
ojos.
Miro, querido Pegalajar, tus campos
llenos de olivos, tus paisajes solidarios que acogen con cariño a todos los
aceituneros, sean de aquí o de otra parte del mundo, para que nos ayuden a
recoger la cosecha. El magnífico colorido de la hierba y de las flores, cuando
llega la primavera, con su traje de colores, ilumina nuestros ojos y nos ayuda
a pensar en un futuro mejor. Los olivares son la esperanza de nuestra tierra,
de toda Sierra Mágina y de la provincia de Jaén.
Todos los pegalajeños, con nuestro
esfuerzo cotidiano, hemos sido capaces de moldear tu geografía, querido pueblo.
La tierra está llena del sudor de tus gentes. Con el trabajo diario de cada
uno, todo es más humano, menos duro y más bello. Últimamente, las lluvias nos
visitan poco, nuestras tierras sufren la sequía. Roguemos a la Virgen de las
Nieves que pida a ese niño que lleva en brazos que nos envíe la lluvia.
Pegalajar es un gran pueblo, fruto
de muchos siglos de historia, un pueblo con raíces en el pasado, un pueblo
sabio con la fuerza, el coraje y la osadía de la juventud. El conocimiento de nuestro pasado forjará los
cimientos sólidos de un futuro prometedor. Luchemos por nuestra localidad, mejorémosla
para nuestros hijos y nietos, y no cejemos en reclamar
el agua de la Fuente de la Reja, que, desde tiempo inmemorial, llenó
nuestra Charca, regó nuestras huertas y olivares y creó en el municipio riqueza
para todos.
Tenemos que mejorar la vida de
nuestra gente. Tiene que haber más trabajo para todos los que están en edad de trabajar.
Debemos tener más participación social, cultural, económica y política. Tenemos
que seguir luchando para que la igualdad entre hombres y mujeres sea real y
para que no haya discriminación por sexo, raza, ideología, religión y
minusvalía. Hagamos entre todos un pueblo mejor y no nos duelan prendas por
ello. Pongámonos metas importantes y no dejemos de luchar para alcanzarlas.
También quiero recordar a los pegalajeños que no pueden estar aquí hoy.
La vida los empujó fuera de su tierra para buscar lejos los sueños que no podían
conseguir en su localidad, para lograr una vida más digna. Ellos llevan en su
corazón siempre a su pueblo, y se sienten orgullosos de conservar sus
costumbres, sus dichos y sus recuerdos.
Pegalajar no os olvida, queridos
pegalajeños que os visteis forzados a emigrar.
Sois hijos de esta tierra, aquí tenéis vuestras raíces y nos sentimos
orgullosos de que llevéis el nombre de Pegalajar a donde quiera que vayáis. Un
abrazo para todos. Siempre seréis bien recibidos en el pueblo, escenario fiel
de vuestra infancia o de la de vuestros padres. Seguro que ellos os hablaron
muy bien del pueblo y eso no se os ha olvidado.
Con la crisis del ladrillo, 2007-2008,
se cerraron muchas empresas, no solo aquí, sino en todo el país. Pegalajar,
ahora desea mirar el futuro con optimismo y camina en esa dirección. La ADR Sierra Mágina, da alicientes a sus pueblos.
Realiza actividades con los escritores/as, por medio de los clubes de lectura y
reparte libros para leer y reseñar. Convoca a las mujeres, Enganchadas al Hilo,
y cada año les pone nuevos retos con el ganchillo, los bolillos, las agujas de
tricotar y las de coser. Ellas han adornado nuestros pueblos para Navidad
varios años. El último año, en cada localidad maginense, se han evocado los
oficios antiguos de la mujer. En Pegalajar se han representado las lecheras. En
el Centro Cultural de nuestro pueblo, hay una hermosa lechera, todo ella hecha
de ganchillo. Enhorabuena a estas mujeres que han dedicado su tiempo a tan
bonita labor.
El Parque Natural de Sierra Mágina
engloba los territorios de Pegalajar y de todos los pueblos que forman esta
hermosa comarca. Los valles están cubiertos de olivos, pero las zonas rocosas
son pétreas, como el pico de Almadén que preside la vida de Pegalajar con sus
altas cumbres. En sus extensos olivares, los olivos, las olivas, como decimos
aquí, son la esperanza del campesino y de todos los que poseemos algunos olivares
en Bercho o en los territorios más llanos. El AOVE, el aceite de oliva virgen
extra, producto de la aceituna, el óleo dorado de la provincia de Jaén, es la
gran esperanza de estas tierras, siempre que los aranceles, puestos por los
políticos, no acaben hundiendo los olivares. El aceite de oliva ya se exporta a
todo el mundo. Es un producto superior, que está revalorizándose poco a poco.
La Charca, debiendo ser un cristal
diáfano y transparente que reflejara en sus espejos el color del ancho cielo,
es un desgarro en el alma, un roto en el corazón anhelante de todos los
paisanos que aman esta tierra, porque está sedienta y seca, sin la risa de sus
olas, sin los diamantes del agua, sin la gracia de sus barcas. Rogaremos a
nuestra Virgen de las Nieves que nos conceda la gracia de verla llena de agua y
repleta de plenitudes y pediremos a los políticos que exijan a la Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir que deje en reposo el acuífero que la surte y no
permitan que nadie saque agua de este. Para tal finalidad, deben suministrar el
líquido elemento a todas las personas que se abastecen de este acuífero,
proporcionándoles agua de otros manantiales. De este modo, subirán los niveles
del agua y nuestra Fuente de la Reja podrá seguir manando, aunque, cuando
apriete el calor, su derrame sea menos generoso.
Nuestra
Virgen de las Nieves, hermosa
como una tarde de agosto, nos sonríe desde su ermita y nos invita a la plegaria
y al rezo. Ha tenido sus novenas. Ahora tendrá dos misas mayores: el día 5 de
agosto, ofrecida por el Excmo. Ayuntamiento de Pegalajar y el día 6, ofrecida
por la Hermandad. Y por las tardes de tan festivas jornadas, nuestra patrona,
engalanada, recorrerá las calles de Pegalajar, repartiendo bendiciones a todos
los devotos que se acerquen para rezarle y para verla pasar.
Los
cánticos, las novenas, las misas y procesiones, las visitas a la Virgen, los
suspiros y los besos, los abrazos, las lágrimas de los hijos y el corazón
palpitante en amores y alegrías que revelan los hermanos y devotos emocionan a
los pegalajeños. Sin embargo, todo nos parece poco para venerar tu imagen, madre querida del
alma, para homenajearte en el día de tu santo. ¡Dios te salve, llena de gracia
y virtudes, en este cinco de agosto!
Anhelo llevar a la Madre querida, nuestra Virgen de las
Nieves, dentro de mi corazón. Quiero pedirle bondades para los pegalajeños, los
de aquí y los de fuera, aquellos que hace tiempo se alejaron de esta tierra
para buscarse la vida. Bendícenos a todos, Madre santa, para que nunca nuestros
pies se extravíen por las veredas del mundo. Bendita madre de Dios y de los
pegalajeños, trae el agua a nuestra Fuente de la Reja, que se llene nuestra
Charca con las lágrimas del cielo, con las bondades del niño que llevas entre
tus brazos.
Durante los días de fiesta, habrá
verbena, conciertos musicales, cacharritos infantiles, bares y mucha diversión.
La noche del 7 de agosto, como colofón de las Fiestas, se quemará una magnífica
colección de fuegos artificiales, que todos los paisanos veremos con emoción y
nostalgia, porque se acaba la fiesta y el vacío de las almas es tan grande que
nos llena el corazón de añoranza.
Queridos paisanos y gentes que nos
acompañan, pasáoslo muy bien en Pegalajar. Olvidemos en estos días las
preocupaciones y los problemas que nos acucian y vivamos estas fiestas
patronales a tope. Con ellas comienza la alegría y el bullicio, el jolgorio y
la hilaridad. ¡Seamos todos felices y disfrutemos de la fiesta!
!Viva Pegalajar!
!Viva la Virgen de las Nieves!
¡Vivan nuestras fiestas patronales!
¡Vivan todos los pegalajeños, los de aquí y los de
fuera!
¡Gracias a todos por escucharme!
¡A divertirse, paisanos!
ENCARNA
GÓMEZ VALENZUELA http://trabajosdeencarna.blogspot.com
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