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Pegalajar, Jaén, Spain
Gracias por venir a recorrer estos senderos literarios que han brotado de una fontana silenciosa, sedienta de emoción y de calma. Gracias por leer estos poemas, por beber su aliento, por respirar su aroma, por destilar su esencia, por libar su néctar. Sabed que han brotado de un corazón anhelante que sueña con ser luz y ternura, primavera y sueño, calidez y verso. Mientras lo consigo sigo escribiendo, soñando, amando, enseñando, viviendo y cantando a la vida y al amor, al mar y a la tierra, a la tristeza y al llanto, al suspiro de la brisa y al deseo de los espejos, a la melancolía y a la nostalgia. La vida es como un poema que, en unas ocasiones, nos abre las puertas de paraísos ignotos, de hermosas praderas cuajadas de florecillas silvestres, de exóticos jardines, de luminosas estancias donde germinan los sueños y donde se gesta el amor, pero en otras nos aboca al temblor de los fracasos, al dolor de las heridas, al vacío de las ausencias, al llanto de las tormentas, al furor de las ventiscas, al horror de las contiendas y a la tupida oscuridad de una noche sin luceros. Espero que seas feliz mientras bebes agua de los manantiales de la poesía, de las fontanas del verso.

martes, 5 de agosto de 2025

PREGÓN DE PEGALAJAR. AGOSTO 2025

  


            ¡Buenas tardes a todos los pegalajeños y a quienes nos visitan! Vengo llena de ilusión para pronunciar el Pregón de las fiestas de Pegalajar. Deseo dar alicientes a las fiestas en honor de nuestra querida Virgen de las Nieves, patrona de Pegalajar. Ella nos acoge bajo su manto de bondades y nos une en hermandad como una buena madre. Hoy comenzamos nuestra feria, después de un año de espera. Pretendo que todos pasemos unos días felices en compañía de nuestros familiares y amigos.

            Quiero agradecer a la corporación municipal, encabezada por el alcalde, Manuel Carrascosa Torres, el haberme propuesto para pronunciar el pregón de estas fiestas de 2025. Cuando me lo comunicaron, la emoción embargó mi alma y hube de reprimir el grito de júbilo que pretendía escapar de mi garganta. Fue una gran sorpresa.

            Es un honor para mí ser la pregonera de las fiestas de Pegalajar, el pueblo que me vio nacer, el pueblo que acunó mi primera infancia, en los brazos de mi madre, y después me vio correr por las calles, enredada en mil juegos infantiles, con las amigas y amigos del alma. Algunos de los cuales ya nos han dejado. Vaya para todos ellos mi evocación cariñosa y el deseo de que D.E.P. Vaya también ese deseo para mis padres, mis suegros, nuestros familiares y todos los mayores que nos precedieron. Ellos construyeron lo que ahora tenemos y nos facilitaron la vida. Debemos agradecérselo.

             Pegalajar fue el escenario de mi adolescencia y de la llegada del amor a mi vida,  de mi largo noviazgo y de mi boda, con un joven responsable, en la iglesia parroquial de la Santa Cruz. Después nuestro pueblo fue testigo del nacimiento de mis dos hijos, una rosa y un clavel, que llenaron nuestra vida de gozo. Mucho tiempo después, nos han llegado tres preciosas niñas, tres lindas flores que alegran nuestro jardín.

            Del mismo modo, el pueblo presenció mis viajes a Jaén, en el coche de línea, para ir al Instituto, donde encaucé los estudios de bachillerato llena de ilusión por aprender, y después a la Escuela Normal para realizar los estudios de Magisterio.

            Igualmente, Pegalajar fue testigo de mi tiempo de ausencia. Estuve bastantes años ejerciendo la docencia en un pueblo vecino: Campillo de Arenas, pero, los fines de semana, siempre regresaba a Pegalajar, porque el pueblo que llevamos en el corazón nunca se puede olvidar y necesitas verlo y disfrutarlo siempre que pueda ser. La práctica de la docencia resultó ser para mí algo muy grande, que me permitía enseñar a la población infantil y dirigirla por los caminos del bien, del conocimiento y del saber. Educar a los pequeños fue algo que nunca podré olvidar.  Al final de mis años de docencia, tuve la inmensa fortuna de estar en el colegio de Pegalajar, dando clase a los pequeños. Unos niños y niñas tan inocentes y honrados como el sol que nos alumbra, de los que guardo un recuerdo muy especial. En este colegio fui muy bien acogida por todos los compañeros, por el alumnado y por los padres. Mi agradecimiento para todos ellos. Volcarme en la enseñanza y en la educación infantil ha sido un gran privilegio que me deparó la vida. Me he sentido muy a gusto trabajando con la infancia. Y es que la tarea de enseñar es una de las más bellas del mundo.

            Ahora me dedico a la escritura de ficción. Tengo ocho libros publicados: uno de poesía, cuatro de relatos y tres novelas. Me cabe el orgullo de poder afirmar que en las tres novelas que llevo escritas se menciona Pegalajar. Es más, nuestro pueblo es uno de los escenarios de mis novelas. Tengo el gozo de haber hecho de Pegalajar un territorio literario. Donde se lean estas novelas, sabrán que existe Pegalajar, un pueblo hermoso, de gentes trabajadoras, honradas, sencillas, generosas y acogedoras.    

            Querido Pegalajar, hoy quiero elogiarte y decir todo lo que siento por ti. Hablar de todas tus cosas y dar noticias amables de tu linda geografía. De tus casas satinadas con el blanco de la aurora, algunas, alrededor del castillo. De tus huertas en escalera, en poyatos, dirían nuestros ancestros. De tus cielos transparentes, azules e inmensos en estas tardes de agosto. De tus montañas, de la hermosa Serrezuela, cuajada de verdes pinos. Juego de glaucos y grises para forjar nuestros sueños, cuando la vemos tan linda con su traje vegetal, de ramas verdes y hermosas.

            Desde que llegó el estío, Pegalajar se ha vestido de luces y de colores, de calor y de alegría, de esperanza y de ilusión. Los espejos de estos días de fiesta seducen las curiosas miradas, que atraviesan el aire con su chispa candente. Cuchichean las sonrisas infantiles con la luna y con el sol, con los ángeles del cielo en estos días festivos. Las estrellas se detienen en la noche de nuestro pueblo. El viento se balancea en los pinos de la Serrezuela y refresca las noches de Pegalajar como un grácil abanico. La Peña Gorda desprende ecos de amor y añoranza como un mágico rayo de luz de luna que nunca cesa el latido. Y la Peña de los Buitres es un crisol de nostalgia que atraviesa el lagrimal de nuestros ojos.

            Miro, querido Pegalajar, tus campos llenos de olivos, tus paisajes solidarios que acogen con cariño a todos los aceituneros, sean de aquí o de otra parte del mundo, para que nos ayuden a recoger la cosecha. El magnífico colorido de la hierba y de las flores, cuando llega la primavera, con su traje de colores, ilumina nuestros ojos y nos ayuda a pensar en un futuro mejor. Los olivares son la esperanza de nuestra tierra, de toda Sierra Mágina y de la provincia de Jaén.   

            Todos los pegalajeños, con nuestro esfuerzo cotidiano, hemos sido capaces de moldear tu geografía, querido pueblo. La tierra está llena del sudor de tus gentes. Con el trabajo diario de cada uno, todo es más humano, menos duro y más bello. Últimamente, las lluvias nos visitan poco, nuestras tierras sufren la sequía. Roguemos a la Virgen de las Nieves que pida a ese niño que lleva en brazos que nos envíe la lluvia.

            Pegalajar es un gran pueblo, fruto de muchos siglos de historia, un pueblo con raíces en el pasado, un pueblo sabio con la fuerza, el coraje y la osadía de la juventud. El conocimiento de nuestro pasado forjará los cimientos sólidos de un futuro prometedor.  Luchemos por nuestra localidad, mejorémosla para nuestros hijos y nietos, y no cejemos en reclamar el agua de la Fuente de la Reja, que, desde tiempo inmemorial, llenó nuestra Charca, regó nuestras huertas y olivares y creó en el municipio riqueza para todos.  

            Tenemos que mejorar la vida de nuestra gente. Tiene que haber más trabajo para todos los que están en edad de trabajar. Debemos tener más participación social, cultural, económica y política. Tenemos que seguir luchando para que la igualdad entre hombres y mujeres sea real y para que no haya discriminación por sexo, raza, ideología, religión y minusvalía. Hagamos entre todos un pueblo mejor y no nos duelan prendas por ello. Pongámonos metas importantes y no dejemos de luchar para alcanzarlas.

            También quiero recordar a los pegalajeños que no pueden estar aquí hoy. La vida los empujó fuera de su tierra para buscar lejos los sueños que no podían conseguir en su localidad, para lograr una vida más digna. Ellos llevan en su corazón siempre a su pueblo, y se sienten orgullosos de conservar sus costumbres, sus dichos y sus recuerdos.

            Pegalajar no os olvida, queridos pegalajeños que os visteis forzados a emigrar.  Sois hijos de esta tierra, aquí tenéis vuestras raíces y nos sentimos orgullosos de que llevéis el nombre de Pegalajar a donde quiera que vayáis. Un abrazo para todos. Siempre seréis bien recibidos en el pueblo, escenario fiel de vuestra infancia o de la de vuestros padres. Seguro que ellos os hablaron muy bien del pueblo y eso no se os ha olvidado.

            Con la crisis del ladrillo, 2007-2008, se cerraron muchas empresas, no solo aquí, sino en todo el país. Pegalajar, ahora desea mirar el futuro con optimismo y camina en esa dirección. La ADR Sierra Mágina, da alicientes a sus pueblos. Realiza actividades con los escritores/as, por medio de los clubes de lectura y reparte libros para leer y reseñar. Convoca a las mujeres, Enganchadas al Hilo, y cada año les pone nuevos retos con el ganchillo, los bolillos, las agujas de tricotar y las de coser. Ellas han adornado nuestros pueblos para Navidad varios años. El último año, en cada localidad maginense, se han evocado los oficios antiguos de la mujer. En Pegalajar se han representado las lecheras. En el Centro Cultural de nuestro pueblo, hay una hermosa lechera, todo ella hecha de ganchillo. Enhorabuena a estas mujeres que han dedicado su tiempo a tan bonita labor.        

            El Parque Natural de Sierra Mágina engloba los territorios de Pegalajar y de todos los pueblos que forman esta hermosa comarca. Los valles están cubiertos de olivos, pero las zonas rocosas son pétreas, como el pico de Almadén que preside la vida de Pegalajar con sus altas cumbres. En sus extensos olivares, los olivos, las olivas, como decimos aquí, son la esperanza del campesino y de todos los que poseemos algunos olivares en Bercho o en los territorios más llanos. El AOVE, el aceite de oliva virgen extra, producto de la aceituna, el óleo dorado de la provincia de Jaén, es la gran esperanza de estas tierras, siempre que los aranceles, puestos por los políticos, no acaben hundiendo los olivares. El aceite de oliva ya se exporta a todo el mundo. Es un producto superior, que está revalorizándose poco a poco.   

            En Pegalajar tenemos una hermosa fuente: la Fuente de la Reja, que es un rebosadero natural del acuífero que se extiende bajo la Serrezuela. Esta, desde hace algunos años, se seca de vez en cuando por la sobre explotación del acuífero y por la escasez de lluvias. Esta fuente tiene su desagüe natural en la Charca de Pegalajar.

            La Charca, debiendo ser un cristal diáfano y transparente que reflejara en sus espejos el color del ancho cielo, es un desgarro en el alma, un roto en el corazón anhelante de todos los paisanos que aman esta tierra, porque está sedienta y seca, sin la risa de sus olas, sin los diamantes del agua, sin la gracia de sus barcas. Rogaremos a nuestra Virgen de las Nieves que nos conceda la gracia de verla llena de agua y repleta de plenitudes y pediremos a los políticos que exijan a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir que deje en reposo el acuífero que la surte y no permitan que nadie saque agua de este. Para tal finalidad, deben suministrar el líquido elemento a todas las personas que se abastecen de este acuífero, proporcionándoles agua de otros manantiales. De este modo, subirán los niveles del agua y nuestra Fuente de la Reja podrá seguir manando, aunque, cuando apriete el calor, su derrame sea menos generoso.

            Nuestra Virgen de las Nieves, hermosa como una tarde de agosto, nos sonríe desde su ermita y nos invita a la plegaria y al rezo. Ha tenido sus novenas. Ahora tendrá dos misas mayores: el día 5 de agosto, ofrecida por el Excmo. Ayuntamiento de Pegalajar y el día 6, ofrecida por la Hermandad. Y por las tardes de tan festivas jornadas, nuestra patrona, engalanada, recorrerá las calles de Pegalajar, repartiendo bendiciones a todos los devotos que se acerquen para rezarle y para verla pasar.

            Los cánticos, las novenas, las misas y procesiones, las visitas a la Virgen, los suspiros y los besos, los abrazos, las lágrimas de los hijos y el corazón palpitante en amores y alegrías que revelan los hermanos y devotos emocionan a los pegalajeños. Sin embargo, todo nos parece poco para venerar tu imagen, madre querida del alma, para homenajearte en el día de tu santo. ¡Dios te salve, llena de gracia y virtudes, en este cinco de agosto!

            Anhelo llevar a la Madre querida, nuestra Virgen de las Nieves, dentro de mi corazón. Quiero pedirle bondades para los pegalajeños, los de aquí y los de fuera, aquellos que hace tiempo se alejaron de esta tierra para buscarse la vida. Bendícenos a todos, Madre santa, para que nunca nuestros pies se extravíen por las veredas del mundo. Bendita madre de Dios y de los pegalajeños, trae el agua a nuestra Fuente de la Reja, que se llene nuestra Charca con las lágrimas del cielo, con las bondades del niño que llevas entre tus brazos.

            Durante los días de fiesta, habrá verbena, conciertos musicales, cacharritos infantiles, bares y mucha diversión. La noche del 7 de agosto, como colofón de las Fiestas, se quemará una magnífica colección de fuegos artificiales, que todos los paisanos veremos con emoción y nostalgia, porque se acaba la fiesta y el vacío de las almas es tan grande que nos llena el corazón de añoranza. 

            Queridos paisanos y gentes que nos acompañan, pasáoslo muy bien en Pegalajar. Olvidemos en estos días las preocupaciones y los problemas que nos acucian y vivamos estas fiestas patronales a tope. Con ellas comienza la alegría y el bullicio, el jolgorio y la hilaridad. ¡Seamos todos felices y disfrutemos de la fiesta!   

!Viva Pegalajar!  

!Viva la Virgen de las Nieves!

¡Vivan nuestras fiestas patronales!

¡Vivan todos los pegalajeños, los de aquí y los de fuera!

¡Gracias a todos por escucharme!

¡A divertirse, paisanos!

ENCARNA GÓMEZ VALENZUELA  http://trabajosdeencarna.blogspot.com  

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