Ayer, 30 de mayo, celebramos el cumpleaños de nuestros nietos- sobrinos. Fue una tarde
maravillosa de familia y celebración. Hubo de todo, pero el producto
estrella han sido las dos tartas, una por cada uno de los niños. Fátima y Jesús
han recibido muchos regalos.
Los niños han
disfrutado muchísimo, tanto los homenajeados como los visitantes. Leticia
alucinaba con los globos, la población infantil y el jaleo. Las familias tienen
que celebrar los acontecimientos y mantenerse unidas en todo momento para que
los pequeños vean que nos queremos y nos apoyamos y que todos somos unos, para
lo bueno y para lo que no lo sea tanto.
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