LA EDUCACIÓN EN ESPAÑA
En el Sistema Educativo Español se han introducido
formas de privatización. Estas gestiones están encuadradas en la llamada “Reforma
Educativa”. Últimamente, se han hecho reformas y algunos sectores están
descontentos, sobre todo, los partidarios de la escuela concertada, que desean
seguir disfrutando de sus privilegios. En nuestro país hay tres tipos de
escuelas:
La escuela pública,
que está financiada y administrada por el Estado Español. Es obligatoria desde
los 3 a los 16 años. Aunque los padres han de pagar los libros (en algunas comunidades
autónomas son gratuitos y se renuevan cada 4 años), el material escolar y otros
materiales afines. En los períodos de infantil y primaria se sigue una
metodología lúdica en la que el desarrollo cognitivo y social de los alumnos es
el centro de la educación.
La escuela concertada, que se encuentra entre la escuela
pública y la privada. Su administración es privada, pero su financiación es
pública con algunas aportaciones de los padres. En la concertada el profesorado
lo costea el estado, pero esos maestros no tienen que opositar, son elegidos a
dedo entre los aspirantes que ostenten la ideología del centro.
La escuela privada, que es administrada y financiada por entidades privadas y por los padres del alumnado y que tiene libertad de enseñanza y de horario. Pero debe ceñirse a las normas estatales respecto a los demás colegios. En estas escuelas, igual que en las concertadas, se segrega al alumnado y se les impone la propia ideología.
La escuela pública es a la que asiste la mayoría de la población infantil y adolescente de España, cuyas familias no quieren o no pueden pagar otro tipo de enseñanza. En la escuela pública el profesorado consigue la plaza mediante una oposición y está bien preparado para impartir las enseñanzas. El alumnado que cursa estudios en la pública sale de la misma capacitado para ingresar en la universidad o en cualquier escuela superior y para obtener la titulación pertinente con la que desempeñar puestos de relevancia. El alumnado suele proceder de familias trabajadoras que luchan cada día por el sustento y que animan a sus hijos a superarse a diario.
La escuela concertada, pagada por el Estado y administrada por aquellos que gestionan el colegio, es frecuentada por la prole de las gentes de la clase media que, igual que se costean unas vacaciones u otro tipo de lujos, podrían pagar una enseñanza selectiva para sus retoños. Eligen este tipo de escuela por motivos económicos, por ideología, por proximidad a sus hogares, etc. Aspiran a que, al final de la misma, sus hijos puedan ingresar en las mejores universidades.
La escuela privada, costeada por los padres del alumnado y por las entidades organizadoras, es a la que asisten los hijos de las familias adineradas de nuestro país. Esas que lo tienen todo porque sus copiosas ganancias por la gestión de sus negocios o sus altos puestos en la banca, en las grandes empresas, en las eléctricas, etc., les dan para eso y para más y aspiran a que sus retoños sigan sus mismos pasos y formen parte de la élite de este país en el futuro. Estos colegios son los mejor equipados: en laboratorios, en informática, en material deportivo, en gimnasios, en dotación de libros para bibliotecas etc. El profesorado no oposita, es elegido y tendrá que ser afín al ideario del centro. En la escuela privada la directiva del centro marca los pasos a seguir y la libertad de cátedra brilla por su ausencia.
Nos preguntamos con rabia y curiosidad: ¿Por qué el gobierno tiene que subvencionar la escuela concertada y no invierte ese dinero en la escuela pública? Los que no quieran que sus hijos asistan a la escuela pública que paguen íntegra la enseñanza que quieran para su prole. Muchos profesores estamos viendo que las desigualdades están creciendo por esta causa y que se están generando escuelas de primera y de segunda. Es el Estado el que tiene que poner orden en el tema de la educación, que se está usando como arma arrojadiza contra las clases pobres, vejadas en todos los sentidos. Los políticos tienen que llegar al pacto por la Educación.
En el entorno rural y en las zonas menos favorecidas de las ciudades, amén de otras, suelen hallarse los colegios públicos y en los barrios residenciales, cuyas familias poseen rentas más altas, están los colegios concertados y privados. La segregación en la escuela se hace por nivel cultural, social y económico y por sexo. En la enseñanza influyen mucho las políticas educativas: los mecanismos de distribución, la planificación de la oferta y la demanda escolar, la asignación económica a los colegios, los recursos disponibles y últimamente los recortes en educación, no cubrir las bajas del profesorado, reducir las plazas o eliminarlas, subir la ratio y otras carencias. Es evidente que las mejores notas escolares corresponderán al alumnado cuyos progenitores tienen un mayor nivel cultural, económico y social y además ostentan un amplio horizonte de aspiraciones para su prole.
Los padres con más recursos económicos podrán escoger el
colegio para sus hijos y los padres con escasez de recursos habrán de llevarlos
al colegio público más cercano a su domicilio familiar para reducir los gastos.
Tenemos que decir que no hay derecho a generar desigualdad por causa de la educación, ya que esta se subvenciona con los impuestos de todos los españoles y que el trayecto escolar 0-3 años tiene que ser gratuito, aunque no sea obligatorio, para que los padres que trabajan puedan llevar a sus pequeños a esas guarderías o parvularios mientras ellos desempeñan su labor. La escuela y la educación deben ser entes que propicien la igualdad entre todo el alumnado y que no generen ningún tipo de segregación.
ENCARNA GÓMEZ VALENZUELA http://trabajosdeencarna.blogspot.com
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