Juan, mi marido continúa con su afición a la repostería. La verdad es que yo sé que todo lo hace por complacerme. El otro día cuando salí del colegio, lo cogí “in fraganti”. Decidió hacer otro pastel de calabaza. En esta ocasión cogió una receta de Internet, distinta de la anterior. Tenía toda la cocina empantanada y el pastel a medio hacer. Tuve que ponerme a fregar cacharros y a ordenar el desaguisado porque era la hora de comer. El horneado hubo de aplazarse para la tarde.
Acerca de mí...
- Encarna Gomez Valenzuela
- Pegalajar, Jaén, Spain
- Gracias por venir a recorrer estos senderos literarios que han brotado de una fontana silenciosa, sedienta de emoción y de calma. Gracias por leer estos poemas, por beber su aliento, por respirar su aroma, por destilar su esencia, por libar su néctar. Sabed que han brotado de un corazón anhelante que sueña con ser luz y ternura, primavera y sueño, calidez y verso. Mientras lo consigo sigo escribiendo, soñando, amando, enseñando, viviendo y cantando a la vida y al amor, al mar y a la tierra, a la tristeza y al llanto, al suspiro de la brisa y al deseo de los espejos, a la melancolía y a la nostalgia. La vida es como un poema que, en unas ocasiones, nos abre las puertas de paraísos ignotos, de hermosas praderas cuajadas de florecillas silvestres, de exóticos jardines, de luminosas estancias donde germinan los sueños y donde se gesta el amor, pero en otras nos aboca al temblor de los fracasos, al dolor de las heridas, al vacío de las ausencias, al llanto de las tormentas, al furor de las ventiscas, al horror de las contiendas y a la tupida oscuridad de una noche sin luceros. Espero que seas feliz mientras bebes agua de los manantiales de la poesía, de las fontanas del verso.
sábado, 24 de enero de 2015
SEGUIMOS COMPARTIENDO LAS TAREAS DOMÉSTICAS EN PAREJA
Juan, mi marido continúa con su afición a la repostería. La verdad es que yo sé que todo lo hace por complacerme. El otro día cuando salí del colegio, lo cogí “in fraganti”. Decidió hacer otro pastel de calabaza. En esta ocasión cogió una receta de Internet, distinta de la anterior. Tenía toda la cocina empantanada y el pastel a medio hacer. Tuve que ponerme a fregar cacharros y a ordenar el desaguisado porque era la hora de comer. El horneado hubo de aplazarse para la tarde.
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