El entorno de la Charca
de Pegalajar está en obras. El parque
ofrece una panorámica muy triste y deprimente. Han arrancado todos los
jardines, los columpios del parque infantil y los bancos. Nuestro querido
parque es la imagen de la desolación.
Afortunadamente están respetando los
árboles. Menos mal, (si los cortan, me matan). Esperemos con paciencia y
resignación que estas desoladas imágenes
sean para bien y, transcurridos algunos meses, podamos ver nuestra querida Charca rodeada por sus
parques ya remodelados, modernizados y
llenos de jardines. Y que el parque infantil sea atractivo para nuestros niños
y niñas que están deseando jugar en él.
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