Nuestros difuntos duermen el sueño de la paz. Ya descansan de todos los afanes que tuvieron en su vida. A ellos tenemos mucho que agradecerle. A nuestros padres difuntos le debemos la vida, la educación recibida y la posición laboral, social y económica. Y a los demás familiares muertos le debemos respeto y gratitud por facilitarnos el camino de nuestra vida. Con todos ellos estamos en deuda. En estos días, hemos frecuentado los cementerios para arreglar sus tumbas y sus nichos, para ponerles flores, para rezarles alguna oración, para recordarlos y para desear que descansen en la PAZ de Señor. Os muestro algunas fotos del camposanto de Pegalajar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario