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Pegalajar, Jaén, Spain
Gracias por venir a recorrer estos senderos literarios que han brotado de una fontana silenciosa, sedienta de emoción y de calma. Gracias por leer estos poemas, por beber su aliento, por respirar su aroma, por destilar su esencia, por libar su néctar. Sabed que han brotado de un corazón anhelante que sueña con ser luz y ternura, primavera y sueño, calidez y verso. Mientras lo consigo sigo escribiendo, soñando, amando, enseñando, viviendo y cantando a la vida y al amor, al mar y a la tierra, a la tristeza y al llanto, al suspiro de la brisa y al deseo de los espejos, a la melancolía y a la nostalgia. La vida es como un poema que, en unas ocasiones, nos abre las puertas de paraísos ignotos, de hermosas praderas cuajadas de florecillas silvestres, de exóticos jardines, de luminosas estancias donde germinan los sueños y donde se gesta el amor, pero en otras nos aboca al temblor de los fracasos, al dolor de las heridas, al vacío de las ausencias, al llanto de las tormentas, al furor de las ventiscas, al horror de las contiendas y a la tupida oscuridad de una noche sin luceros. Espero que seas feliz mientras bebes agua de los manantiales de la poesía, de las fontanas del verso.

miércoles, 5 de enero de 2022

HE LUCHADO EN MUCHAS GUERRAS

 


He luchado en muchas guerras.

He ganado mil batallas y otras tantas he perdido.

Pero aquí estoy, levantada, con los brazos extendidos,

aguardando el temporal o la bonanza del cielo,

esperando un nuevo día, con su alegría y su pena,

con su tristeza y su gozo.

 

No digáis que no he vivido,

que lo he hecho en plenitudes.

No creáis que no he sentido el abrazo de la brisa,

ni las preciosas bondades de esos cielos

azulados y serenos de mi tierra.

He vivido en abundancia por estos mundos de Dios.

 

Por eso, a Él le debo mi vida, al Camposanto, mi cuerpo.

A los míos, mi legado cultural de poemas y de versos.

Y a mis padres, que ya están navegando en otros mares,

todo este tiempo vivido, al arrullo del cariño

en el jardín de los sueños.  

A mi marido, ese amor de tantos años, su apoyo,

su compañía, su lealtad, sus palabras y sus besos,

su convivencia conmigo, sus caricias y esas dos flores

hermosas, una rosa y un jacinto que cultivó en mi jardín.

 

Y a mi estrella, la ilusión de mirarla cada noche

y reflejarme en su esencia, en los aleros del cielo.

Y a mi país, la alegría de sentirme protegida.

Gratitud, a los amigos del alma y del corazón.

A mis paisanos, su respeto y el cariño que me tienen.

Las lágrimas del cristal, a las nubes jubilosas,

Y a mi pueblo, la acogida que me dio el día en el que nací.

 

He soslayado volcanes, desamores y tormentas.

He buscado bendiciones, regocijos y alegrías.

Y he visto lo efímero de la vida y lo perverso del mundo:

la enfermedad y la muerte, las pandemias y el horror.

Pero vivo la alegría de sentir sobre mi piel las caricias

de la lluvia, los besos del firmamento,

los arrumacos del sol.

En CasaRosada a 5 de enero de 2022 









2 comentarios:

  1. Gracias, cariño, por estos versos tan entrañables. Un honor haber vivido todas estas vivencias junto a ti.

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  2. Gracias, cariño, por estos versos tan entrañables. Un honor haber vivido todas estas vivencias junto a ti.

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