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Pegalajar, Jaén, Spain
Gracias por venir a recorrer estos senderos literarios que han brotado de una fontana silenciosa, sedienta de emoción y de calma. Gracias por leer estos poemas, por beber su aliento, por respirar su aroma, por destilar su esencia, por libar su néctar. Sabed que han brotado de un corazón anhelante que sueña con ser luz y ternura, primavera y sueño, calidez y verso. Mientras lo consigo sigo escribiendo, soñando, amando, enseñando, viviendo y cantando a la vida y al amor, al mar y a la tierra, a la tristeza y al llanto, al suspiro de la brisa y al deseo de los espejos, a la melancolía y a la nostalgia. La vida es como un poema que, en unas ocasiones, nos abre las puertas de paraísos ignotos, de hermosas praderas cuajadas de florecillas silvestres, de exóticos jardines, de luminosas estancias donde germinan los sueños y donde se gesta el amor, pero en otras nos aboca al temblor de los fracasos, al dolor de las heridas, al vacío de las ausencias, al llanto de las tormentas, al furor de las ventiscas, al horror de las contiendas y a la tupida oscuridad de una noche sin luceros. Espero que seas feliz mientras bebes agua de los manantiales de la poesía, de las fontanas del verso.

miércoles, 7 de julio de 2010

LOS VALLES DEL INVIERNO

ENCARNA GÓMEZ VALENZUELA



PRIMER PREMIO EN EL I CERTAMEN DE POESÍA
DE SIERRA MÁGINA CONVOCADO POR LA A.D.R.
SIERRA MÁGINA CAMBIL 30 DE ENERO DE 2010


Hace frío en los valles del invierno
Sierra Mágina del alma.
Hace frío en las camadas del cierzo.
Y en tus verdes olivares, repletos de verso y copla
se arremolinan las penas.

Escucho el eco de tu latido
en la sombra oscura de tu dolor,
de soledades y ausencias,
de poesía y de lamentos.

Acércate a mi pecho y apura
las caricias de la tarde,
el beso que te da la brisa y
el sueño morado de las aceitunas
que maduran sus ilusiones
bajo el sol de tus anhelos.

Tus soberbias cumbres aladas
agitan los vientos del crepúsculo
al ritmo cruel de la luz macilenta del ocaso.

El aire febril de tus alamedas
se desliza por tus valles de templanza
al compás de soleares.

La escarcha plateada
de tus mañanas de invierno

congela el temporal del alma mía
cuando el llanto de tus ojos deviene
diminutas gotas de rocío para alimentar
las rosas de tus jardines.

Murallas de añoranza en tus casas,
encaladas con el blanco de la aurora.

Deja que respire tu aliento,
que beba el dulce néctar de tus labios,
que destiña el vendaval de melancolía
que sobrevuela los surcos de la tristeza
con las manos dadivosas del amor.

Te llevo en mi corazón
Sierra Mágina del alma.
Por las veredas de la esperanza camino.
Por los gratos senderos de la ilusión
voy a tu encuentro.

Una guitarra suena en la noche de mi queja
y me habla de tus pueblos, de tus campos,
de tus gentes, de tus proyectos de vida
donde la luz se hace historia
y el suspiro campanario
para tañer a arrebato.

ENCARNACIÓN GÓMEZ VALENZUELA