Julio Cortázar habría cumplido este martes cien
años. Un siglo del nacimiento de uno de los escritores que
revolucionó las letras hispanoamericanas desde los años 50,
principalmente con sus relatos, aunque también dejó su huella en el campo de la
novela y la poesía.
Nacido en la embajada argentina en Bruselas un
26 de agosto de 1914, un mes después del comienzo de la I Guerra Mundial y
días antes de la invasión alemana de Bélgica, Cortázar volvió
a los cuatros años a la ciudad de origen de sus padres, Buenos Aires.
La ciudad porteña alojó al escritor hasta que su hartazgo del gobierno
peronista le llevó a París en 1951, donde trabajó como
traductor para la UNESCO.
Estas dos ciudades, junto con estancias en puntos de
la geografía española, se convirtieron en los lugares más importantes
para el autor y su literatura, ya que en ellas escribió sus obras más
importantes.
No obstante, Cortázar terminó estableciendo su
residencia en París, donde moriría a los 69 años a causa de una
leucemia. Además, adoptó la nacionalidad francesa en 1981 en protesta contra la
última década de la dictadura militar argentina. Aseguraba que en su
juventud soñaba con París y que en su vejez añoraba Buenos Aires.