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Pegalajar, Jaén, Spain
Gracias por venir a recorrer estos senderos literarios que han brotado de una fontana silenciosa, sedienta de emoción y de calma. Gracias por leer estos poemas, por beber su aliento, por respirar su aroma, por destilar su esencia, por libar su néctar. Sabed que han brotado de un corazón anhelante que sueña con ser luz y ternura, primavera y sueño, calidez y verso. Mientras lo consigo sigo escribiendo, soñando, amando, enseñando, viviendo y cantando a la vida y al amor, al mar y a la tierra, a la tristeza y al llanto, al suspiro de la brisa y al deseo de los espejos, a la melancolía y a la nostalgia. La vida es como un poema que, en unas ocasiones, nos abre las puertas de paraísos ignotos, de hermosas praderas cuajadas de florecillas silvestres, de exóticos jardines, de luminosas estancias donde germinan los sueños y donde se gesta el amor, pero en otras nos aboca al temblor de los fracasos, al dolor de las heridas, al vacío de las ausencias, al llanto de las tormentas, al furor de las ventiscas, al horror de las contiendas y a la tupida oscuridad de una noche sin luceros. Espero que seas feliz mientras bebes agua de los manantiales de la poesía, de las fontanas del verso.

miércoles, 29 de diciembre de 2021

EL AMANECER GLORIOSO

 


El amanecer glorioso

recortó por la mañana las montañas

de nuestra tierra en el cielo anaranjado,

en esa línea escarlata

que separa el cielo de la Tierra.

 Con impudicia,

dibujó amores imposibles,

ilusiones rotas, mancilladas,

y sueños desgastados

en lo absurdo de un propósito

cerril de prolongarse en el tiempo,

de la felicidad perpetua,

de los sueños azules,

del cariño sincero,

que jamás amamanta en su regazo

el desaliento cruel ni la cobardía

de los espejos rotos.

 

Vimos cómo se recortaban

victoriosos los picachos de la Atalaya,

el contorno sinuoso de Almadén,

sobre ese cielo anaranjado que nunca

da tregua ni paz a los amores

que jamás llegaron a fraguar

en el pabellón celeste.

 

Algunos amores fueron tan fugaces

que nunca pudieron encontrarse

en los bellos parques del universo,

porque no tuvieron la generosidad

ni poseyeron la osadía ni el valor

de entregarse, sin reservas,

en una noche estrellada,

en las manos de la pasión,

en las ansias del deseo.


en CasaRosada, a 29 de diciembre de 2021







 

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