Hoy despedimos a septiembre.
Este mes que trae el otoño, amarrado a su cintura,
plegado a su epidermis de uvas de moscatel,
está lleno de bondades, de sutilezas celestes,
de manzanas y de membrillos maduros,
de hortalizas arrancadas de las huertas de templanza,
de higos tiernos y de sonrisas amargas,
del mosto dulce de los lagares del alma,
del vino añejo de los labios del amor.