El sol de este medio día
de primaveras sin sombras
caldea todas mis ilusiones
e, imperturbable, me atrapa
en la quietud de tu cielo
adornado de matices ambarinos
y plumajes de tonos carmesíes.
Olas bebiéndose el aire.
Oleaje de palomas mensajeras
y abanicos de templanza
dan alivio a las calimas.
Tras tu silueta de raso,
levanta el vuelo mi alma.
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