Todo se derrumba a nuestro alrededor
con las terribles guerras del desamor,
de la destrucción y el miedo
y de los intereses creados.
Y todos nos empeñamos
en construir castillos en el aire,
pero un día llega la contienda,
los bombardeos y la carencia de todo,
con la muerte a las espaldas,
y arrastra nuestras ilusiones
hundiéndolas en el fango del dolor.
¿Por qué pusimos el primer ladrillo
a la casa de
nuestros sueños, si estábamos
edificando en arenas movedizas?
¿Por qué colocamos nuestros ojos
en la tupida oscuridad de la noche negra,
pudiéndolos haber puesto en los jardines del sol?
¿Por qué cometimos la insensatez de creer en lo
que no somos ni
nunca llegaremos a ser?
¿Por qué vemos la vida pasar por la puerta
y le ponemos zancadillas a dos pies?
¿En cuál de los peldaños de la escalera
tropezamos con
el olvido y el desamor,
con las guerras
e invasiones, con bombardeos?
¿Por qué la vida nos asesta estos golpes tan bajos?
¿Por qué nos engañaron todos?
¿En cuál de las estrellas del firmamento
estará escrito nuestro destino amable?
¿Y el amor perdido, la paz y la concordia
en dónde los encontraremos?
Difícil cerrar los ojos y no ver el dolor
del mundo reflejado en los espejos.
Llegará el día en el que los vientos alisios
arrastren nuestra derrota hasta el abismo
y paren todas las guerras y rompan las ambiciones
y el sol caliente de nuevo, para todos los humanos
y relumbren las estrellas en el cielo del amor.
Pero, hasta entonces,
habremos de aceptar nuestro destino cruel
y llorar la noche de nuestras penas,
las madrugadas del viento adverso,
derramando gruesas lágrimas
de cristales rotos
de edificios derruidos,
de cadáveres y odio
de muerte y desolación,
de quimeras,
de desengaños y olvidos
en los tejados,
de dolor en los rincones
del alma,
de ausencia y de desamor.
En CasaRosada 14- 09-22
Las guerras del desamor
Las guerras son terribles. Solo traen muerte y destrucción.
ResponderEliminar