He leído con mucha atención, por dos
veces consecutivas, como hice en “La furia del viento”, estos relatos y
he vuelto a encontrar (en mis palabras toda la sinceridad del mundo),
importantes valores narrativos que, de nuevo, quiero poner en valor. Creo que
estás alcanzando madurez como escritora y debes sentirte orgullosa de ello.
Antes de manifestarte los aciertos, escribo
a continuación las descripciones, que siempre me ha gustado evidenciar, y que,
también en esta ocasión, quiero volver a potenciar. Sin duda, servirán como
guinda especial al pastel de las descripciones escogidas.
Descripciones
1.- “El día latía
a corazón descubierto. Estaba vestido de claridad y de sosiego, cubierto por un
cielo de transparencias celestes y alumbrado por un sol incipiente, que pronto
se engrandecería para ser una gran fogata. La brisa, aromatizando el aire con
fragancias de la selva, agitaba suavemente las hojas de los árboles”.
2.- “Antes de que
declinara la tarde, cuando ya el sol era tan sólo una pincelada rojiza a punto
de confundirse con la línea del horizonte, las mujeres casadas se reunieron con
la novia para darle los últimos consejos”.
3.- “La noche
cubrió el ancho espacio con sus tenebrosas olas de negro satén, mientras los
hombres fumaban las hierbas secas que ellos mismos habían cultivado”.
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