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Pegalajar, Jaén, Spain
Gracias por venir a recorrer estos senderos literarios que han brotado de una fontana silenciosa, sedienta de emoción y de calma. Gracias por leer estos poemas, por beber su aliento, por respirar su aroma, por destilar su esencia, por libar su néctar. Sabed que han brotado de un corazón anhelante que sueña con ser luz y ternura, primavera y sueño, calidez y verso. Mientras lo consigo sigo escribiendo, soñando, amando, enseñando, viviendo y cantando a la vida y al amor, al mar y a la tierra, a la tristeza y al llanto, al suspiro de la brisa y al deseo de los espejos, a la melancolía y a la nostalgia. La vida es como un poema que, en unas ocasiones, nos abre las puertas de paraísos ignotos, de hermosas praderas cuajadas de florecillas silvestres, de exóticos jardines, de luminosas estancias donde germinan los sueños y donde se gesta el amor, pero en otras nos aboca al temblor de los fracasos, al dolor de las heridas, al vacío de las ausencias, al llanto de las tormentas, al furor de las ventiscas, al horror de las contiendas y a la tupida oscuridad de una noche sin luceros. Espero que seas feliz mientras bebes agua de los manantiales de la poesía, de las fontanas del verso.

martes, 9 de diciembre de 2025

LA NAVIDAD EN NUESTROS DÍA

 

Este es el artículo de mi autoría publicado en el periódico IDEAL SIERRA MÁGINA en el mes de diciembre de 2025. Lo cuelgo abajo, con letra grande, para que podáis leerlo.

LA NAVIDAD EN NUESTROS DÍAS     Palabras 518

El 25 de diciembre los católicos celebramos la Navidad, una fiesta familiar y entrañable. Según los recuerdos que guardamos de nuestra infancia, la noche anterior, denominada Nochebuena, nos reuníamos con los familiares cercanos, comíamos una buena cena en familia y luego, en armonía, alrededor de la lumbre, cantábamos aguilandos

Los mayores bebían vino o licores y todos comíamos mantecados y dulces caseros. Esa noche algunos varones, jóvenes y de mediana edad, pasaban buena parte de la noche cantando y acompañando los cánticos con sencillos instrumentos: panderos, zambombas, campanillas y otros. Solían llevar una bota llena de buen vino del país y la pasaban de unos a otros, de vez en cuando, para humedecer la boca y calentar el cuerpo.

Al día siguiente, el día de Navidad, se continuaba con la fiesta familiar, de comidas y de sobremesas todos juntos. La familia lo pasaba muy bien y reforzaba los lazos de sangre. Con el paso del tiempo, las costumbres han ido evolucionando. Aunque nos seguimos reuniendo en familia, la Navidad ha tomado otros vuelos diferentes. Con la práctica de hacernos regalos unos a los otros, se están fomentando las ventas, que son favorables para el sector del comercio.

Desde mediados de noviembre las ciudades y los pueblos comienzan a vestirse de fiesta. Las calles principales de las ciudades y los pueblos se llenan de luces de colores y esto alegra este tiempo de invierno y favorece y facilita las compras de Navidad y la diversión.

Ahora también, en Navidad, adornamos nuestras casas poniendo un nacimiento con figuras singulares que representan el nacimiento del Niño Jesús. En la actualidad, estos Belenes están dando paso al árbol de Navidad,  una costumbre importada del norte de Europa, en cuyos países hay abundantes bosques de abetos.

Cortar un árbol o adquirirlo para tirarlo después es contribuir al deterioro del medio ambiente y eso resulta perjudicial para la naturaleza. Mejor poner árboles artificiales y conservarlos durante varios años.

La Navidad es una de las festividades más importantes que se celebran en todo el mundo. El origen de esta festividad se remonta al tiempo de los romanos en el que se celebraban las Saturnales, ritos paganos que se diferenciaban mucho del ritual religioso. Las Saturnales eran celebraciones en honor de dios Saturno, que conmemoraban el solsticio de invierno, cuando los días son más cortos en todo el año. Saturno era el dios del Sol y del fuego. También estaba relacionado con la agricultura, ya que esta necesitaba el sol para poder sembrar y que las cosechas creciesen. Los romanos celebraban a Saturno para que el sol apareciera en el cielo y las cosechas fueran buenas.

 Las Navidades deben ser fechas para reunirse en familia, comer juntos y disfrutar de la presencia de todos sus miembros, transmitirnos alegrías e ilusiones, hablar de nuestros proyectos de vida y de nuestras inquietudes e intercambiarnos regalos. Para envolvernos en un halo de misterio e ilusión, colgamos los regalos en el árbol de Navidad y decimos que los ha traído Papá Noel. Es un bonito detalle para fomentar la ilusión y la inocencia de nuestros niños. ¡Feliz Navidad para todos!

 

Encarna Gómez Valenzuela       http://trabajosdeencarna.blogspot.com 

 

 

 

 

 


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