Creo que con una Educación en Valores practicada en las escuelas, colegios e institutos tendremos mucho camino recorrido en el tema de la corrupción. Formemos personas responsables, honestas, justas y honradas, respetuosas con su entorno y con todo ser viviente.
Démosles buenos ejemplos a nuestros niños, fomentemos la cultura del esfuerzo, tratemos de erradicar la envidia, la soberbia, el egoísmo, la pereza y todos los pecados capitales de sus corazones. Enseñémosles a ser humildes y sencillos, trabajadores y justos y a respetar la vida y las pertenencias de los demás. Concienciémosles de que los espacios y los fondos públicos son de todos y hay que cuidarlos y respetarlos y jamás dañarlos o apropiarse de ellos para uso propio y exclusivo. Si la educación, impartida por padres y educadores se llevara a cabo de este modo, quizás el futuro fuera diferente de lo que tenemos hoy.
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