Granada,
canción doliente del agua.
Los susurros silenciosos de sus fuentes
tejen mil llantos dorados en el aire sonrosado
de la tarde, para poblar sus jardines de bellas
flores,
que bordan primores y hechizos con aromas
y alboradas en el satén de los vientos.
que ocultan penas de amor
de algún califa vencido,
los baña la luz del alba.
cuajado de luceros y de estrellas.
Adornada por dos ríos cantarines,
que discurren lentamente,
desde la sierra, hasta el mar Mediterráneo.
Son el Darro y el Genil, sutilezas de cristal,
profundas y mansas heridas, que conducen
sus lágrimas transparentes
a las orillas del mar.
de tibia luz,
tu morena cabellera,
de timidez y sosiego, de placidez y de calma
Albaicín,
barrio entrañable,
con sus estrechas callejas morunas,
acunando alguna pena en el murmullo del agua.
que lloró con
alegría cuando el califa, Boabdil,
abandonó sus
encantos.
POEMA PUBLICADO EN LA ANTOLOGÍA DEL III ENCUENTRO DE POETAS ANDALUCES, CELEBRADO EN GRANADA EN NOVIEMBRE DE 2014
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